La anorexia y la bulimia tienen un fuerte impacto en la salud bucodental provocando daños que pueden ser irreversibles. Estos trastornos de la conducta alimentaria son cada día más habituales, y afectan, sobre todo, a las mujeres de entre 12 y 25 años.
''La anorexia y la bulimia pueden desarrollar una gran cantidad de síntomas en el cuerpo, como pueden ser: estreñimiento, dolor abdominal, falta de menstruación, osteoporosis que puede llegar a provocar fracturas de huesos, etc. También se muestran alteraciones en la cavidad bucal y los dientes, que suelen ser las primeras en aparecer'', explica el doctor Joan Josep Guarro Miquel, médico estomatólogo y colaborador de Compromiso y Seguridad Dental.
En este sentido, los factores de riesgo propios de estas enfermedades que afectan a la salud bucodental son principalmente el déficit de alimentos y el ácido de los vómitos propios de la bulimia, que causan erosión en los dientes, haciendo que se vean menos sanos, más amarillentos y desgastados. Además, la pérdida de esmalte provocada por la acción de los ácidos hace que la capa del diente quede al descubierto, lo que causa mucha sensibilidad dental.
La anorexia y la bulimia tienen un fuerte impacto en la salud bucodental provocando daños que pueden ser irreversibles
Por otro lado, es habitual padecer enfermedades periodontales como la gingivitis o periodontitis. Los motivos son la deshidratación de los tejidos bucales por la falta de producción salival. Además, las deficiencias dietéticas y una anormal y desordenada higiene dental son habituales en los pacientes que sufren bulimia. Estos se cepillan los dientes de manera excesiva para esconder el olor a vómito. Esta acción repetida numerosas veces, puede provocar que las encías se retraigan. ''Hay pacientes que se pueden llegar a lavar los dientes 15 veces al día para eliminar el olor a vómito'', comenta el doctor Joan Josep Guarro.
Asimismo, la anorexia y bulimia también provocan que la mucosa bucal se vea alterada, entre otras cosas, por xerostomía o sensación de tener la boca seca. La producción de saliva es muy importante porque funciona como barrera de la placa bacteriana. Si no se produce la suficiente saliva, existe más riesgo de que aparezcan las caries.
Igualmente, la pérdida de piezas dentales es una de las consecuencias graves que puede provocar la anorexia o bulimia en la salud bucodental. Los pacientes que sufren anorexia, evitan la ingesta de alimentos y privan al cuerpo de los nutrientes que necesita. Esto puede desencadenar que se desarrolle, entre otras, una osteoporosis que puede provocar un trastorno metabólico que puede acelerar la pérdida de los dientes. Los desgastes y roturas en los dientes están causados principalmente por el hábito de vomitar. Cuando esto sucede, los ácidos del estómago llegan a la boca a través del vómito y van mermando el esmalte del diente.
La anorexia y bulimia también provocan que la mucosa bucal se vea alterada, de entre otras cosas, por xerostomía o sensación de tener la boca seca
También, la pérdida de esmalte provocada por la acción de los ácidos hace que la dentina -capa del diente- quede al descubierto, lo que causa mucha sensibilidad. Dicha sensibilidad se manifiesta especialmente cuando el diente entra en contacto con alimentos muy fríos, calientes, ácidos o que contienen grandes cantidades de azúcar. Además, es habitual que la persona sienta molestias con el cepillado.
De todas las señales que se han detallado, la más clara es la del desgaste de los dientes. Existen otras problemáticas que pueden causar desgaste, como el bruxismo o el reflujo gástrico nocturno. Sin embargo, sus signos son ligeramente distintos. Por su parte, el reflujo gástrico que se produce por la noche ocasiona desgaste en la cara interna del diente, mientras que la bulimia acaba provocando daños en toda la superficie dental.
Por todo ello, en ambos trastornos de la conducta alimentaria es de suma importancia el tratamiento de las causas que conducen a la anorexia y a la bulimia, así como las complicaciones dentales que resulten de las mismas. Los odontólogos pueden ayudar a corregir los problemas dentales derivados de esta enfermedad, pero no tratar el trastorno de alimentación real.
''En los casos de graves deterioros del esmalte, se requieren tratamientos rehabilitadores con carillas, coronas y fundas que pueden ser de distintos materiales. Si se han producido pérdidas de piezas dentales, podemos colocar implantes dentales, y en los casos de sensibilidad dental, procederemos a realizar tratamientos desensibilizadores, con el fin de bloquear la transmisión del estímulo a la pulpa. En cualquier caso, el cuidar el estado bucal y hacer tratamientos en estos pacientes, además de procurarles una mejora evidente de su cavidad oral, favorecemos una mejora de su autoimagen, y de su autoestima, que es uno de los factores que están alterados, en la base patogénica de estas enfermedades'', concluye el doctor Guarro.