La piel tiene mecanismos de protección natural frente al sol, pero no son suficientes y es fundamental el uso de protección solar durante todo el año. Sin embargo, hay mucha gente que todavía no sabe elegir el protector solar adecuado y tiene dudas sobre cómo hay que protegerse de manera correcta.
Por ello, Laura Granados, farmacéutica y responsable de bienestar de Spirit SkinBar, nos resuelve las dudas más frecuentes sobre este tema.
¿DESDE QUÉ EDAD PUEDEN LOS NIÑOS TOMAR EL SOL?
Los niños menores de 2 años no deberían estar expuestos al sol directamente, su piel no está todavía completamente desarrollada. Por ello es imprescindible que estén protegidos cuando salen a la calle. Para ellos existen fotoprotectores específicos con filtros minerales que no son absorbidos por la piel que pueden utilizarse de forma segura. A partir de esa edad, debemos ser especialmente cuidadosos con el sol, acostumbrarles a utilizar protección solar a diario con fotoprotectores formulados específicamente para ellos.
¿CUÁNDO APLICO LA PROTECCIÓN?
Debemos protegernos todo el año a diario, aplicarlo al menos 30 minutos antes de salir de casa para que dé tiempo a que sea efectivo y reponer mínimo cada dos horas, más tras un baño o si sudamos copiosamente. Para el día a día la mejor opción es la fotoprotección con color (fotomaquillaje). Existen formatos compactos en polvo o en crema o tamaños pocket con y sin color comodísimos para el bolso.
¿CÓMO PUEDO PROTEGER LA ZONA DE LOS OJOS?
Debemos adaptar el fotoprotector a cada zona, existen formatos específicos para zonas especialmente sensibles como esa zona. No hay que olvidar que debemos proteger los ojos con gafas de cristales de calidad para evitar quemaduras.
¿QUÉ SIGNIFICA ''WATER RESISTANT''? ¿NO DESAPARECE LA PROTECCIÓN AL SALIR DEL AGUA?
Quiere decir que el fotoprotector persiste en la piel al menos en un 50% después de 40 minutos en el agua. Existen protectores solares para su uso en piel mojada. En cualquier caso, hay que reaplicar al salir del agua.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE UN FILTRO SOLAR QUÍMICO/FÍSICO Y CUÁNDO USAR UNO U OTRO?
Los filtros físicos o minerales tienen un efecto pantalla, los fotoprotectores exclusivamente minerales son los más indicados en pieles intolerantes, atópicas o en niños pequeños porque no se absorben. Las formulaciones han mejorado mucho últimamente y ya no quedan blancos.
Por otro lado, los filtros químicos captan la energía solar y la transforman haciéndola inocua para la piel. Se absorben hasta el estrato córneo (la capa más superficial de la piel), mientras que los filtros orgánicos absorben parte y reflejan otra parte de la radiación.
¿PROTEGE MUCHO MÁS UN FOTOPROTECTOR SPF50+, SPF90 O SPF100?
El SPF solo nos habla de la protección frente a la radiación UVB, debemos fijarnos también en la protección frente a UVA, IR y visible, que incluya reparadores y protectores del ADN. La diferencia entre 50, 90 y 100 no es tan grande, y es por eso que Colipa, la Unión Europea y la FDA recomiendan (aunque no es obligatorio) etiquetar con 50+ a partir de SPF50 para no llevar a confusión.
¿ME PONDRÉ MORENA CON UN SPF50?
A veces oímos eso de ''si me pongo un 50+ no me voy a poner morena'', pero es un mito, te broncearás pero sin quemarte y de forma más saludable.
¿PUEDO PREPARAR LA PIEL PARA LA EXPOSICIÓN AL SOL?
Si quieres conseguir un bronceado uniforme y luminoso, prepara tu piel exfoliando e hidratando intensamente antes de ir de vacaciones. En Spirit SkinBar puedes disfrutar relajándote antes de tus vacaciones con una exfoliación corporal a tu medida, combinada con aceites drenantes o hidratantes y acabando con una nutrición intensiva.
¿LA NUTRICOSMÉTICA SOLAR ES EFECTIVA? ¿CÓMO DEBO TOMARLA?
Sí, es un complemento efectivo a la fotoprotección tradicional, pero jamás la sustituirá. Es especialmente eficaz en las personas que reaccionan con facilidad al sol. Lo ideal sería tomarlo durante todo el año, como mínimo durante todo el buen tiempo y siempre que nos expongamos al sol (15 días antes al menos y durante todo el periodo de exposición).
PRODUCTOS PARA DESPUÉS DEL SOL
Es fundamental, aunque no nos hayamos quemado o la piel no esté enrojecida, reparar los daños no visibles del sol a simple vista y utilizar un tratamiento post-solar que calme, refresque, regenere y rehidrate la piel.