La mascarilla se ha convertido en un complemento clave en nuestro día a día. Su mal uso y continuado puede dar lugar a irritaciones severas en la piel
Ester Herranz, CEO de los centros de belleza en Burgos Nuevo Concepto Estética, confirma que ya se han empezado a ver graves alteraciones en la piel debido al uso inadecuado y de larga duración de las mascarillas.
El principal inconveniente en la utilización de la mascarilla es que produce más sudor y roce en la piel de la cara. Esta situación repercute inmediatamente en una falta de oxigenación de la piel. Este complemento, tapando la nariz y la boca constantemente, impide que la piel respire y se oxigene, en definitiva, hace que se ensucie más.
La primera medida que debemos adoptar, manifiesta Ester Herranz, es que una vez puesta la mascarilla de forma correcta nos sintamos cómodos, respiremos bien y no nos oprima. Si nos sentimos incómodos hay que quitarla inmediatamente.
La mascarilla se ha convertido en un complemento clave en nuestro día a día
Cada dos horas es necesario quitarla, masajear la zona y descansar un poco haciendo ejercicios de respiración sobre todo para personas que las utilicen en el trabajo.
Aunque la mascarilla permite que el aire que respiramos salga por los laterales y por la parte superior, en ningún momento, comenta Ester Herranz, se puede decir que produzca hipoxia pero sí ensucia mucho la piel.
En el caso de presentar problemas respiratorios o asma es necesario hablar con un médico.
Asimismo, Ester Herranz recomienda mantener la piel de la cara muy limpia, potenciando el hábito de higiene diario y también muy hidratada. Se recomienda realizar este hábito al menos 15 minutos antes de ponerse la mascarilla para dar tiempo a que los productos penetren en la piel.
Cada dos horas es necesario quitarla, masajear la zona y descansar un poco haciendo ejercicios de respiración
Es necesario recordar que la mascarilla no protege del sol, es necesario utilizar una crema facial con protección solar.
Por otro lado, las personas que utilicen gafas puede suceder que se les empañen las mismas. El consejo, según Ester Herranz, es ponerse la mascarilla cubriendo por completo la nariz y la boca, y posteriormente, las gafas. También, y como método muy efectivo, puedes doblar hacia dentro, por la parte superior de la mascarilla, un cuarto de la misma para que quede más ajustada a tu cara y no se escape el calor de la respiración. Estas dos soluciones son vitales y fáciles de llevar a cabo con las mascarillas más flexibles.
Para paliar las consecuencias de la mascarilla en la piel, Ester Herranz recomienda potenciar las limpiezas profesionales facilaes, realizar tratamientos de oxigenación en la piel e inyectar vitaminas.