Lo normal, al volver de vacaciones, es encontrarse con un pelo deshidratado, encrespado y apagado. Por ello, Susanna Petraia, Ecommerce Manager de Shampora, nos da 5 consejos para cuidar el cabello después del verano.
1. Dale al cabello un chute extra de hidratación por los efectos negativos que ha tenido durante estos meses con la exposición al sol y la sal del mar. Utiliza algún spray específico para este fin.
2. Si tu problema es que has perdido color de tu tinte o se te ha aclarado demasiado, entonces coge cita con tu salón para realizarte algún tratamiento tonalizante que arregle el color.
3. Ya que durante el verano nos hemos lavado el pelo con más frecuencia, es mejor seguir utilizando champús suaves y lavados alternativos (tipo cowash).
4. Si te da nostalgia librarte de tus ondas surferas y quieres seguir manteniendo este look beach waves, utiliza un producto especial de peinado. Pero, cuidado, estos productos a menudo contienen sales que resecan demasiado el cabello, por lo que deben usarse con moderación.
5. Si tus puntas se han estropeado mucho, la única solución es cortarlas y comenzar con un cabello sano.
LA ALIMENTACIÓN TAMBIÉN AYUDA A MANTENER SANA TU MELENA
-La vitamina A favorece la eliminación de las células muertas de la epidermis y su reemplazo por nuevos tejidos. En situaciones de deficiencia, la piel se vuelve seca y se descama. La leche, los huevos, la mantequilla y el hígado contienen vitamina A, aunque también se puede incorporar como betacaroteno, a través de las frutas y verduras de color amarillo-anaranjado.
-La vitamina C sirve para la formación del colágeno, el cual da estructura al cuero cabelludo y lo mantiene elástico. Algunos de los alimentos ricos en vitamina C son el kiwi, los cítricos y los tomates.
-La vitamina H o vitamina B8 (biotina) contrarresta la producción excesiva de sebo. Se encuentra en pequeñas cantidades en casi todos los alimentos vegetales y animales, pero son particularmente ricos la yema de huevo, el hígado, el riñón y la levadura de cerveza.
-La vitamina E es el mayor antioxidante. Actúa contra los radicales libres (mayores responsables del envejecimiento). Se encuentra en los aceites vegetales (como el extravirgen de oliva), en el germen de trigo y en las frutas con cáscara.