Existe una teoría extendida que afirma que los cambios estacionales afectan a la caída del cabello. Al menos se trata de una frase que escuchamos por doquier cada vez que llega el otoño y descubrimos que el pelo se cae más que el resto del año.
Por ello, los especialistas de la Clínica Capilar Insparya analizan la base médica de estas creencias y explican las mejores formas de sobrevivir a la época de frío con un cabello sano y lleno de vitalidad.
1. ¿Se cae más el pelo en otoño? Sí, es cierto que durante el otoño el número de pelos que se caen aumenta de forma brusca, pero en cierta medida es parte de un proceso natural. Según Javier Pedraz, director médico de Insparya, ''el cabello sigue unos ciclos de caída y regeneración que pueden coincidir con las estaciones del año''. De hecho, este fenómeno ocurre de forma habitual tanto en seres humanos como en animales. Si a esto le sumamos que después del verano el estrés y las responsabilidades se acentúan, la caída del pelo puede llegar a parecer un problema, pero no debe preocupar en exceso.
En cualquier caso, existen tratamientos capilares como el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) que son importantes en esta época del año, permitiendo una producción de cabello con más calidad. En este proceso se toma una muestra de sangre del propio paciente, que recibe tratamiento en un dispositivo de tecnología avanzada, para luego reinyectarla al nivel de la dermis, permitiendo que las unidades foliculares que estaban en fase de envejecimiento vuelvan a producir cabello con calidad y resistencia.
2. ¿El frío afecta al cabello? El otoño es una época en la que no solo hay que tratar el cabello después de las ''agresiones'' que ha sufrido durante el verano, sino que además es recomendable prepararlo para los cambios de temperatura que se avecinan. Al igual que protegemos nuestra piel y cuerpo de las temperaturas extremas, también debemos hacerlo con el pelo.
Existe una teoría extendida que afirma que los cambios estacionales afectan a la caída del cabello
Según Pedraz, ''el frío provoca una deshidratación de la piel y del pelo que tiene como resultado un cabello con menos vitalidad''. Para ello es fundamental mantener el cuero cabelludo hidratado, a través de tratamientos como Meso Hair, la mesoterapia capilar del grupo Insparya que actúa directamente sobre las células capilares. Es uno de los mejores tratamientos en la actualidad para ayudar al mantenimiento del pelo. Nutre el cuero cabelludo a través de un compuesto de proteínas, vitaminas, ácido hialurónico y minerales, entre otros. Tiene un efecto directo sobre la mejoría del estado del pelo, ya que su objetivo es promover su regeneración y reducir la pérdida del mismo.
3. ¿Es aconsejable el uso de accesorios? Javier Pedraz afirma que ''cualquier medida de protección contra el frío es bienvenida. Si bien es cierto que no es aconsejable el uso de sombreros y gorros durante períodos prolongados de tiempo, se trata de la mejor opción para evitar en lo posible la exposición a bajas temperaturas''.
Respecto a otros accesorios que tensionan el pelo en exceso, hay que tener en cuenta que es importante vigilar el material del que están hechos. Son preferibles los de silicona y aquellos revestidos de un material que no dañe el cabello.
4. ¿Cómo empezar a cuidarlo antes del invierno? Las técnicas más efectivas son las que cambian los hábitos que dañan el cabello poco a poco con el tiempo. Por ejemplo, el uso de champús nutritivos es esencial para ofrecer una protección diaria del pelo, como Insparya Nutri-Plus, formulado con avena, aloe vera y algas marinas. Sustituir el cepillo habitual por uno con cerdas naturales es otra de las claves, ya que contribuye a masajear el cuero cabelludo y favorece la circulación.
Como confirma Carlos Portinha, coordinador clínico del Grupo Insparya, ''la tensión continuada sobre el cabello, ya sea por las gomas o por cepillos demasiado agresivos, puede ser también causa de caída: la llamada alopecia por tracción''.
Para acabar la rutina, el secador es la mejor alternativa para secar el cuero cabelludo, siempre y cuando se mantenga a un palmo de distancia de la cabeza, con aire frio o primera posición de calor, evitando así la exposición a temperaturas demasiado elevadas.