Según el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad de Madrid (Copoma), la llegada del frío intenso aumenta la importancia del cuidado de nuestros pies, especialmente en ciertos sectores de la población como niños, personas mayores, practicantes de deporte, o diabéticos.
Y es que, hay que tener en cuenta que las bajas temperaturas pueden provocar grandes estragos en nuestro cuerpo, y no proteger correctamente nuestros pies puede provocar daños que afecten a nuestra salud en general, así como a otras partes del cuerpo.
Por ello, desde Copoma han elaborado una serie de recomendaciones y consejos básicos destinados al cuidado de los pies en época invernal. ¡Apunta!
1. No pases mucho tiempo con los pies inmovilizados. En el caso de que sea inevitable, se recomienda masajearlos periódicamente y realizar ejercicios específicos que ayuden a activar la circulación.
2. Evita cambios bruscos de temperatura. Cuando llegamos de la calle con los pies muy fríos, no debemos acercarlos directamente a fuertes fuentes de calor, como podrían ser estufas o bolsas de agua caliente, pues se puede potenciar la aparición de sabañones debido a los bruscos cambios de temperatura.
3. Evita malas prácticas deportivas. Es muy importante prestar especial atención a la forma de andar y correr, pues, con las bajas temperaturas, se intensifica la facilidad de lesionarse o sufrir algún tipo de alteración biomecánica.
4. Evita el consumo de ciertos productos. Por ejemplo, el alcohol contribuye a la deshidratación de la epidermis y, en consecuencia, también aumenta el riesgo de aparición de sabañones. El tabaco, por su parte, dificulta la circulación por la nicotina. Pero además, existen otros productos de los que no es conveniente abusar, especialmente si se padece alguna anomalía.
5. Utiliza calcetines de fibras naturales, preferiblemente de algodón, pues ayudarán a que tus pies transpiren.
6. Utiliza un calzado adecuado, que sea de la talla correcta y no apriete para no dificultar la circulación. Además, es preferible que también sea de materiales naturales, transpirable, y con la suela antideslizante.
7. Presta especial atención al secado de los pies después de su lavado y a su posterior hidratación con cremas, aprovechando para masajearlos y así estimular la circulación.
8. Incrementa el consumo de agua y de ciertos alimentos. Una buena hidratación evitará que los pies se enfríen, y productos como la cayena, la canela o la pimienta, y algunas vitaminas como E, K y C también pueden potenciar una circulación favorable.