Trasladar la oficina a nuestras casas fue uno de los primeros cambios que trajo la pandemia de Covid-19 y parece que ha llegado para quedarse. Esta modalidad de trabajo tiene ventajas, pero en muchos casos, se asocia a una cierta relajación en los hábitos dietéticos, un mayor consumo de alimentos altos en grasas y azúcares y más sedentarismo, lo que se traduce en sobrepeso con fatales consecuencias.
Por ello, Germaine de Capuccini Goya nos da las recomendaciones para lidiar con el teletrabajo y los buenos hábitos y nos presenta sus servicios en dietética y nutrición para ponernos en manos de los profesionales más prestigiosos con la última tecnología del mercado.
1. Un estilo de vida rápido y un gran número de horas invertidas en el trabajo pueden provocar que las personas consuman una mayor cantidad de alimentos prefabricados, sufran ansiedad o duerman menos horas; si a esto, unimos el sedentarismo del teletrabajo, tenemos un caldo de cultivo para la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, entre otros.
Esta modalidad de trabajo tiene ventajas, pero en muchos casos, se asocia a una cierta relajación en los hábitos dietéticos
2. Lo ideal es preparar al inicio de cada semana un menú. A veces cuesta conseguir que sea 100% saludable; hay que combinar platos de forma equilibrada, con recetas elaboradas a partir de ingredientes naturales, priorizando frutas y verduras, carnes magras, pescados… y técnicas de cocina limpias como a la plancha, al vapor, al horno…
3. Hay que hacer la compra en base a ese menú semanal, y asegurarse de comprar lo necesario, así ahorraremos y no tendremos opciones ricas en grasas y azúcares en casa.
4. Cada vez en más hogares se utiliza la técnica del batchcooking. Consiste en cocinar las comidas durante el fin de semana y guardarlas en la nevera. Se conservarán sin problemas y solo tendrás que calentarlas en la pausa para comer.
5. Hay que tener una botella de agua en la mesa de trabajo; de esta forma, controlaremos el apetito y diferenciaremos el hambre real del emocional provocado, en muchas ocasiones, por la ansiedad. Además, nos aseguraremos de beber la dosis de agua recomendada para mantener el organismo hidratado.
6. Antes de empezar la jornada, es bueno preparar el almuerzo y dejarlo en una estancia de la casa diferente a la de trabajo. En la pausa para el almuerzo lo disfrutarás y así evitarás el picoteo innecesario. Organiza al inicio del día en qué momento harás estas pausas.
7. Es muy importante echar mano de estrategias para mantenernos activos incluso cuando se trabaja en casa, como hacer descansos periódicos y levantarnos, cuantificar los pasos que damos al día con ayuda de wearables y pulseras de medición, hacer ejercicio con el mobiliario de casa en los descansos, hacer estiramientos para evitar malas posturas, evitar el ascensor y subir por las escaleras, salir a caminar todos los días…