En los últimos años se han puesto de moda las denominadas ''terapias détox'', una versión modernizada de las clásicas técnicas depurativas; sin embargo, poco se sabe para qué sirven y en qué consisten. Por este motivo, Beatriz Núñez, nutricionista de Spirit Skinbar, nos responde a las preguntas más frecuentes sobre las terapias détox.
¿QUÉ ES UNA TERAPIA DÉTOX?
Son terapias que permiten depurar el organismo, es decir, limpiarlo a nivel hepático. Con el tiempo, nuestro hígado acumula productos de desecho y toxinas que no llegan a eliminarse del todo, pero que convendría hacerlo. Estas técnicas ayudan a deshacernos de todo esto, logrando que nuestro organismo trabaje mejor. De forma muy resumida podríamos decir que una terapia détox consiste en ingerir durante un tiempo corto alimentos o productos naturales a base de frutas, verduras o plantas que permitan que el cuerpo entre en modo de ''auto limpieza''.
¿SE PIERDE PESO?
Contrariamente a lo que prometen algunos anuncios, no se pierde peso porque, entre otras cosas, ese no es su objetivo; afirmar lo contrario es caer en publicidad engañosa. Si una terapia détox se realiza adecuadamente y, sin variar la proporción de macronutrientes que se deben ingerir diariamente a través de la alimentación, no se observarán pérdidas de peso significativas. En algunos casos, como mucho, se podrá apreciar una disminución de volumen, pero nunca de grasa.
¿PODEMOS COMBINAR DÉTOX Y DIETA?
Sí. Si junto a la terapia llevamos a cabo una dieta de reducción de calorías, obviamente bajaremos de peso, pero no será por el détox, si no por el control alimenticio que es algo perfectamente compatible.
SI NO DESEO REDUCIR MI PESO, ¿TENGO QUE MODIFICAR MI ALIMENTACIÓN SI REALIZO LA TERAPIA DÉTOX?
En ese caso, debe ser la misma (repartida en 5 tomas) introduciendo todos los grupos de alimentos de forma variada. Se recomienda que, durante estos días, se aumente el consumo de frutas y verduras por su elevado contenido en fibra y su consiguiente beneficio a nivel intestinal.
¿PUEDO HACERLO POR MI CUENTA O NECESITO LA AYUDA DE UN PROFESIONAL?
Se puede realizar por cuenta propia pero siempre se recomienda la ayuda de un profesional cualificado ya que, aunque el tratamiento sea natural, estamos modificando hábitos alimenticios.
¿EXISTEN CONTRAINDICACIONES CON ALGÚN OTRO TRATAMIENTO O PATOLOGÍA?
Solo si la terapia se realiza consumiendo algún suplemento depurativo pueden existir contraindicaciones con enfermedades a nivel hepático o renal. En tal caso, hay que consultar siempre con un médico antes de realizar cualquier tratamiento.
¿ES NECESARIO TOMAR ALGÚN TIPO DE SUPLMENTACIÓN EXTRA?
No. Para realizar una depuración debemos recurrir a frutas, verduras y plantas que habitualmente se encuentran en nuestra dieta. Por ejemplo: brócoli, berros, coles, espárrago verde, piña, papaya, etc.
Hay que decir que existen estudios científicos que avalan la acción tonificante y depurativa del hígado como consecuencia de la ingesta de concentrados a base de alcachofa, cardo mariano o diente de león. En estos productos, el principio activo se encuentra mucho más concentrado que en el alimento. Por tanto, con ellos se observarán efectos mayores, pero su toma no es obligatoria, sino complementaria.
¿EN QUÉ MOMENTO ES MEJOR HACERLO?
Deberíamos limpiar nuestro organismo con cada cambio de estación. Es decir, cuatro veces al año. Pero también podemos hacerlo después de las vacaciones o de algún evento en el que hayamos descuidado nuestra alimentación.
¿DURANTE CUÁNTO TIEMPO? ¿SE PUEDE REALIZAR SOLO UN DÍA?
Lo habitual es realizarlo entre una y dos semanas aunque, si es cierto que, puntualmente se puede realizar algún día concreto en el que nos sintamos más pesados a nivel gastrointestinal, pero la eficacia nunca será la misma que si se prolonga el tratamiento.
¿ES NECESARIO PRESCINDIR DE ALIMENTACIÓN SÓLIDA DURANTE UNA DEPURACIÓN?
Existen estudios que afirman que el ayuno de sólidos aporta múltiples beneficios al organismo, como el descanso del sistema digestivo, la aceleración del metabolismo y la tonificación de algunos órganos. Sin embargo, no existe una sustentación científica suficiente que diga que es imprescindible.