Según un estudio de la Universidad de California, cada vez que nos distraemos, miramos las redes sociales o consultamos el email, nuestro cerebro necesita 23 minutos y 15 segundos en volver a concentrarse. Pero es que nuestro entorno no nos lo pone fácil: una alerta en el teléfono o el asalto de pensamientos sobre las tareas que tenemos pendientes o diferentes emociones sobre situaciones pasadas o futuras hacen que poner el foco en una actividad sea una tarea de titanes.
Teo Luna, co-fundador de Sukha Mindfulness y colaborador de la app de meditación Petit BamBou nos cuenta que ''si nuestra atención no está entrenada es fácil que cualquier evento pueda captarla y sacarnos de aquello en lo que queremos estar o sentir''. Pero además, añade ''que nuestra atención se marche no es un error, de hecho, es un proceso adaptativo que la mente lleva a cabo para protegernos y mantenernos en alerta. La dificultad surge cuando este proceso es demasiado recurrente porque está sometido a numerosos estímulos, de forma que estar en el presente de forma intencionadao fijar la atención en una actividad o experiencia concreta, se vuelve una difícil tarea''.
MULTIASKING: UN MITO
¿Te ha pasado alguna vez estar mirando al móvil a la vez que la TV y tener que volver atrás porque te has perdido una parte? El cerebro no está preparado para hacer dos cosas a la vez aunque, como dice el experto, ''ese ''movimiento'' de una tarea a otra puede ser tan rápido que se cree una sensación de que estamos a la misma vez en diferentes experiencias, aunque realmente solo ponemos el foco en una de ellas''.
Cuando estamos con nuestra atención fija sobre una determinada experiencia, la mente se unifica en ese evento y el resto queda fuera de ese campo
Un sobreesfuerzo para nuestro cerebro que, lejos de hacernos más productivos, nos hace sentir agotados y agitados. ''La práctica de mindfulness se basa justamente en eso, en estar atentos a una sola cosa cada vez, siempre que sea posible, de forma que nuestra mente se vaya estabilizando y calmando en el momento presente'', cuenta Teo Luna.
CONCÉNTRATE: ENTRENA LA ATENCIÓN
La concentración es la atención sostenida. ''Cuando estamos con nuestra atención fija sobre una determinada experiencia, la mente se unifica en ese evento y el resto queda fuera de ese campo''. Para conseguirlo, Teo Luna nos da algunos tips.
-Hacer pausas durante el día. Si no hacemos ninguna pausa que nos permita recuperar la atención y la calma estaremos entrando en una escalada hacia la agitación y la dispersión, que será muy difícil disminuir al final del día. Parar para dar un paseo o realizar ejercicio son actividades que nos ayudarán a centrar nuestra mente.
-Meditar con atención a la respiración. Es una de las actividades que más nos ayudan a cultivar estados de atención y concentración. Una práctica formal diaria de unos 10-15 minutos, que luego se pueda ir ampliando, irá fortaleciendo nuestra atención, haciendo que nuestra mente cada vez esté más calmada y en equilibrio.
-Llevar la atención a las actividades cotidianas. Comer, ducharnos, hablar, caminar, poner el lavavajillas… Incluso a aquellas que nos parecen más rutinarias, hará que nuestra atención vaya ejercitándose.
-Evita la sobrecarga mental. El llenar nuestra cabeza de ''tengo-que'' puede llegar a desbordarnos y distraernos de nuestra actividad presente. Para evitarlo, escribe tu lista de tareas, planifícalas y ordénalas en mini-acciones con las que será más fácil conseguir pequeños logros. ¿Un ejemplo? En lugar de arreglar el coche: llamar al taller, llevarlo, aprobar el presupuesto y recogerlo.