Muchas mujeres tratan su zona íntima y los problemas relacionados con vergüenza, haciendo que en muchos casos, se reserven tratarlo solo en el médico y a veces ni eso.
Esto hace que muchas de nosotras suframos en silencio algunos trastornos relacionados con nuestra zona íntima. El problema es que muchas veces pueden llegar a afectar gravemente a nuestra calidad de vida.
La sequedad vaginal es un ejemplo de ello, las mujeres que lo padecen, sufren molestias, ardor al orinar, irritación... Todos estos síntomas son una posible señal de que falta lubricación en la zona de la vagina.
Casi 2 mujeres de cada 10 sufren sequedad habitualmente
Casi 2 mujeres de cada 10 sufren sequedad habitualmente. Este porcentaje crece en gran medida después de la menopausia, cuando afecta a cerca de la mitad de las mujeres.
PRINCIPALES CAUSAS
- Cambios hormonales. La menopausia es la etapa en la que un mayor número de mujeres sufren sequedad, ya que se reduce la cantidad de estrógenos, las hormonas sexuales femeninas y las encargadas de mantener los tejidos vaginales lubricados.
Los niveles hormonales son también diferentes a lo largo del mes, por lo que puede aparecer sequedad días antes o después de la menstruación. No suele ser un problema a largo plazo.
- Medicamentos. Los anticonceptivos intervienen directamente en los niveles hormonales, lo que altera la lubricación natural. No obstante, también afectan otro tipo de medicamentos, como los antihistamínicos, los antidepresivos, los relacionados con problemas gastrointestinales o algunos tratamientos contra el cáncer.
- Infección. La falta de lubricación puede ser también una señal de que hay un problema, como una infección. Una de las más habituales es la candidiasis vaginal, una infección por hongos que llegan a sufrir 7 de cada 10 mujeres.
La hidratación es una parte fundamental, beber agua durante el día es algo imprescindible
- Hábitos de salud e higiene. Mantener el pH vaginal en unos niveles adecuados es esencial para evitar infecciones y otros problemas. El pH ideal no es siempre el mismo, sino que va cambiando según las diferentes etapas. Lo importante es no utilizar productos que lo alteren y dañen la flora vaginal, la lubricación natural y, en general, la salud de esta zona tan delicada.
- Aspectos psicológicos. El estrés, la ansiedad o la depresión cambian la forma en que nos relacionamos con los demás y, en consecuencia, nuestras relaciones sexuales.
También es importante utilizar productos de higiene adecuados, debemos huir de jabones y productos que tengan perfumes o aromas potentes. Es mejor utilizar jabones sin perfumes, con ingredientes hidratantes, calmantes y respetuosos con el ph de la piel.
La hidratación, como siempre, es una parte fundamental. Beber agua durante el día es algo imprescindible.
El tabaco y el alcohol son sustancias que alteran los niveles hormonales, lo que puede afectar directamente a la lubricación natural.