Seguro que alguna vez te has preguntado por qué el sudor huele. Este líquido derivado de un proceso fisiológico totalmente normal en las personas se asocia a un olor desagradable, y poco más podemos hacer para eliminarlo más allá de utilizar desodorantes y antitranspirantes, acompañados de una buena higiene corporal. También existen tratamientos profesionales para aliviar el síntoma en el corto-medio plazo, como la aplicación de la toxina botulínica en la zona para rebajar la producción de las glándulas sudoríparas.
Pero si en tu día a día utilizas cosméticos para reducir tu sudoración, hoy vamos a explicarte cuál es la clave del mal olor, característico sobre todo en las axilas. ¿Es realmente este fluido fisiológico el que lo desprende? ¿Qué es mejor para controlarlo? ¿Un desodorante o un antitranspirante? Lo resolvemos con la ayuda de Raquel Marcos (@cosciencia), doctora en Química y experta en dermocosmética, quien nos ha dejado la respuesta a través de su perfil de Instagram.
¿EL SUDOR HUELE?
Vamos a responder a esta pregunta de forma tajante: no, el sudor no huele. Como bien sabemos, el sudor es una reacción fisiológica de nuestro cuerpo para evacuar el calor cuando se enfrenta a altas temperaturas. Este fluido limpia los poros eliminando el exceso de sebo y recubriendo la capa externa de la piel, liberando péptidos con funciones antimicrobianas. Además, su humedad característica contribuye a regular la temperatura corporal.
Entonces… ¿De dónde surge el olor? La experta explica que existen dos tipos de sudor:
- Ecrino: es fluido, incoloro e inodoro y es más ácido debido a su composición en micronutrientes como el sodio, el potasio, metabolitos, urea, amoniaco y aminoácidos.
- Apocrino: es de textura liquida viscosa y oleosa, peo también es inodoro y rico en sodio, potasio y lactato. Este se secreta junto con los ácidos grasos y ésteres presentes en el sebo.
El mal olor “se produce debido a la digestión de los nutrientes que hay en el sudor por los diferentes microorganismos presentes en la epidermis y en la salida de las glándulas"
Según la experta, ese mal olor del que hablamos “se produce debido a la digestión de los nutrientes que hay en el sudor por los diferentes microorganismos presentes en la epidermis y en la salida de las glándulas”. Además, aporta otras explicaciones para los olores localizados:
- En los hombres solemos detectar un olor más acebollado o que nos recuerda a la orina y esto se debe a “la formación de androstenol y androsterona”. Este sudor se asocia a las bacterias corynebacterium.
- Hemos escuchado muchas veces eso de que los pies huelen a queso. Según Raquel Marcos, esto se debe al ácido isovalérico y otros compuestos azofrados, formados por las corynebacterium y las staphylococcus.
- También puede ser característico el sudor con olor a vinagre, con “un toque (en)salado”. Está más originado por “el ácido acético y el propiónico, producidos por las bacterias propionibaterium.
DESODORANTE VS. ANTITRANSPIRANTE
Para ponerle solución a esas axilas malolientes, solemos recurrir a los desodorantes y antitranspirantes. Por si no sabes cuál es mejor para aliviar el aroma corporal, te explicamos la recomendación de la experta:
- El desodorante se utiliza para “exterminar aquellas bacterias que producen estos residuos malolientes reduciendo el pH de la zona axilar”.
- En cambio, el antitranspirante va encaminado a reducir la sudoración. Estos productos están elaborados con sales de aluminio, que “depositadas en la epidermis, reaccionan con el bicarbonato presente en el sudor, generando un polímero que frena parcialmente la sudoración”.
El desodorante destruye a las bacterias, mientras que el antitranspirante reduce la sudoración
En definitiva, si tu problema es un exceso de sudoración, entonces deberías optar por el antitranspirante. Pero si, por el contrario, sudas poco pero es un fluido muy maloliente, es mejor que utilices el desodorante.