El acné es una de las patologías relacionadas con la piel más frecuentes en la población. Es un trastorno que tiene lugar cuando los folículos pilosos de la piel se obstruyen con grasa o células muertas. Esto provoca espinillas, puntos negros o blancos. Es más común que tenga lugar en la adolescencia, aunque también se puede dar en la adultez.
Hay muchos tratamientos para esta afección: desde antibióticos, medicamentos orales o prescripciones para pastillas anticonceptivas.
Algunos anticonceptivos tienen un efecto regulador sobre los niveles hormonales del cuerpo, lo que se traduce en una disminución del sebo de la piel. Es frecuente que contengan sustancias antiandrógenas con estrógenos, un efecto que consigue eliminar las espinillas del acné tras meses de tratamiento. Y es que, la piel cambia como respuesta a las hormonas, por eso observamos cambios en nuestra tez según la fase menstrual o los niveles hormonales.
El dermatólogo Gustavo Garriga Martina (@gustavogarriga.com_) cuestiona la efectividad de los tratamientos hormonales de cara a la prevención del acné.
Los andrógenos son los culpables del acné
El experto comienza distinguiendo entre los dos tipos de hormonas que existen: las masculinas y las femeninas.
Por un lado, las masculinas, son los andrógenos. La más conocida es la testosterona. Estas son las responsables de producir el acné en la adolescencia, así como en la edad adulta.
Y por otro, las femeninas, que son los estrógenos. Estos pueden tener un gran impacto durante el ciclo menstrual y su respuesta en la piel. Muchos estudios relacionan la actividad de los estrógenos con la mayor producción de colágeno y grosor de la piel. De igual manera, la hidratación y función de barrera de la dermis se ve mejorada ante niveles altos de estrógenos.
ANTICONCEPTIVOS
La mayoría de los anticonceptivos están formulados con dos componentes: estrógenos y etinilestradiol, un progestágeno. De este último existen, principalmente, dos tipos: los antiandrogénicos y los pro androgénicos, que el dermatólogo recomienda evitar.
Algunos de ellos son el gestodeno, norgestimato, desogestrel o el levonorgestrel. El levonorgestrel está presente tanto en los anticonceptivos orales como en los dispositivos intrauterinos (DIU).