El Síndrome metabólico consiste en un grupo de trastornos del metabolismo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiacas o accidentes cerebrovasculares. Los pacientes tienden a presentar una alta presión arterial y niveles altos de azúcar junto al aumento de peso. A pesar de ello, padecer uno de los síntomas mencionados no implica sufrir del síndrome metabólico, pero si aumenta el riesgo de padecer una enfermedad grave.
En Estetic, hablamos con la Dra. Teresa Armenta, especialista en Endocrinología, Hospital Universitario de La Princesa, para conocer todo sobre esta enfermedad que afecta a uno de cada tres adultos en el mundo. Tan solo en España, cada día se diagnostican casi 250 casos nuevos, según datos de un estudio de CIBERDEM.
El enfoque debe “ser holístico y centrado en el cambio de hábitos y mejoras dietéticas”
Esta enfermedad está estrechamente vinculada al sedentarismo y sobrepeso u obesidad. Los pacientes presentan resistencia a la insulina, que es la base de todo problema. Habitualmente el páncreas se encarga de sintetizar insulina para metabolizar el azúcar que ingerimos, pero en casos de sobrepeso u obesidad y exceso calórico, se altera esta regulación y las células no responden adecuadamente. El resultado final es la aparición de resistencia a la insulina o diabetes.
CUERPO DE MANZANA Y MUJERES
Esta patología no suele implicar la aparición de síntomas muy evidentes, salvo una cintura ancha y otros signos relacionados con altos niveles de azúcar como cansancio extremo, visión borrosa y aumento de sed u orina, también muy característicos de la diabetes. En esa línea, el aumento de peso es una de las características principales de esta enfermedad, principalmente el citado exceso de grasa corporal alrededor de la cintura. Es precisamente, este aumento del perímetro de cintura, por encima de 80 centímetros en mujeres y de 94 en hombres, el que implica un mayor riesgo de tener mayor acúmulo de grasa visceral y por ende, de sufrir este síndrome metabólico.
Asimismo, esta patología se puede manifestar de forma diferente según el género del paciente. Las mujeres con Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP) o en la menopausia tienen un mayor riesgo cardiovascular, aumento de hormonas masculinas y más posibilidades de padecer sobrepeso u obesidad, lo que puede condicionar el desarrollo a la resistencia a la insulina. Por ello, el enfoque debe “ser holístico y centrado en el cambio de hábitos y mejoras dietéticas”, aconseja la doctora.
¿SE PUEDE REVERTIR?
En primera instancia, la Dra. Armenta insiste en que el tratamiento “debe ser integral, dirigido a modificar el estilo de vida y buscar la pérdida de peso que ha demostrado mejorar la sensibilidad a la insulina. Por supuesto, es esencial tratar cada una de las enfermedades englobadas en este síndrome”.
La dieta es uno de los aspectos más importantes a la hora de prevenir esta enfermedad. En este sentido, la experta apela a la dieta mediterránea como una de las mejores formas de alimentación saludable que contribuye a la bajada de peso y mejora de la resistencia a la insulina: “Es importante insistir en la necesidad de reemplazar el pan blanco y los azúcares simples por hidratos de menor índice glucémico -como legumbres, granos integrales o tubérculos- así como la importancia de incorporar más fibra a través de verduras, hortalizas y mayor proporción de grasas cardiosaludables”.
La prevención resulta clave para evitar las enfermedades que aumentan las posibilidades de sufrir este síndrome. Y es que, un estilo de vida saludable y vigilar los síntomas en pacientes de riesgo puede ser la solución. Sin embargo, “no es responsabilidad exclusivamente de los profesionales sanitarios su prevención, sino que desde los centros escolares e incluso dentro de la propia familia, debemos promocionar la salud y animar a los más pequeños a seguir un estilo de vida saludable, ya que desafortunadamente cada vez este tipo de enfermedades aparecen a edades más tempranas”, concluye Teresa.