Aunque su nombre parece que implica un problema cosmético, el síndrome de uñas amarillas es en realidad un trastorno complejo, potencialemente doloroso que generalmente aparece en personas mayores de 50 años.

Los primeros síntomas presentan un color amarillento en las uñas de las manos y los pies que acaban curvando su forma hasta que dejan de crecer. Más adelante, se puede presentar derrame pleural con dolor en el pecho, tos y dificultad para respirar; así como linfedema en los brazos y las piernas e infecciones respiratorias crónicas.

Se trata de un trastorno complejo, potencialmente doloroso que generalmente aparece en personas mayores de 50 años.

La causa de esta condición es desconocida, aunque los expertos apuntan a un posible vínculo genético. Sin embargo, este hecho aún no ha sido probado científicamente.

En cuanto a los tratamientos, estos pueden variar dependiendo del historial médico de cada persona y de los síntomas individuales. No obstante, a nivel general, suele incluir vitamina E combinada con algún fármaco antifúngico y antibióticos para las infecciones respiratorias con vendajes especiales y prendas de compresión para aliviar el linfedema.

En cuanto a los remedios caseros, aunque lejos de solucionar el problema, pueden ser un buen complemento para aliviar los síntomas de las uñas. Para ello basta con impregnar las uñas afectadas, por ejemplo, en vinagre, cerveza, aceites esenciales o en el colutorio de uso habitual.

Y es que, aunque lo importante es paliar las consecuencias del síndrome, a nivel estético también se puede recurrir a las manicuras, las pedicuras y los postizos para esconder el problema y hacer que tus uñas se vean mucho mejor. Eso sí, desde Estetic.es te recomendamos acudir a consulta médica en cuanto sospeches que puedes padecer este problema.