El 75,2% de las mujeres utiliza algún método anticonceptivo en España. Según datos de la Sociedad Española de Contracepción de 2016, el preservativo y la píldora son los más utilizado, con un 28,4% y un 21,7%, respectivamente.
Por su parte, solo un 3,5% de las españolas recurren al Dispositivo Intrauterino (DIU), y suelen ser las mujeres de más de 35 años las que lo prefieren (un 33,3%).
Sin embargo, a la hora de elegir el método anticonceptivo hay que saber cuál se adecúa mejor a las necesidades de cada mujer.
En este sentido, desde la Unidad de Ginecología de la Policlínica de Barcelona, nos explican seis ventajas de usar el DIU frente a otros métodos:
1. Alta eficacia anticonceptiva: Se trata de uno de los mejores métodos anticonceptivos que existen, ya que tiene una efectividad de más del 99%, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Anualmente, menos de 1 de cada 100 mujeres que lo utilizan se queda embarazada. Su alta eficacia se debe a que no existen posibilidades de olvido o de usarlo de forma incorrecta.
2.Duración de largo plazo: El DIU presenta un uso continuado de entre tres y cinco años según el modelo y el tipo (hormonal o de cobre). Por tanto, su coste económico es bajo en relación al tiempo que está activo.
3.Efectos secundarios mínimos: El DIU de cobre no presenta efectos hormonales secundarios, a diferencia de otros métodos anticonceptivos como la píldora. Por su parte, el DIU hormonal reduce la cantidad y el dolor menstrual y, por ello, es aconsejable para mujeres con sangrado excesivo y doloroso durante la regla.
4. Fácil adaptación: Este método anticonceptivo debe ser colocado por un ginecólogo en el útero, por lo que no es necesario llevar a cabo ninguna rutina más allá de comprobar regularmente que el dispositivo no se ha movido.
5. No reduce la fertilidad: Una vez retirado el DIU, las posibilidades de lograr un embarazo se restituyen al momento mientras no haya problemas previos de fertilidad.
6. No afecta a la lactancia: De hecho, durante el post-parto es ideal su colocación ya que no afecta a la lactancia, no representa ningún riesgo para el bebé, no afecta físicamente a la madre y es inmediatamente reversible en caso de querer volver a ser madre.