1. Zinc: unos bajos niveles de zinc en el organismo puede conducir al deterioro de la estructura proteica que compone el folículo piloso. Esto, a su vez, podría causar también la caída del cabello. Para que esto no ocurra se recomienda consumir alimentos ricos en este mineral, como las ostras, las semillas de calabaza, la raíz de jengibre, la avena, los nabos o el ajo.
"Conseguir una buena salud capilar depende, en su mayor parte, de nuestros hábitos de vida y de la alimentación"
2. Hierro: una deficiencia conduce al estrechamiento del folículo piloso. Las fuentes esenciales de hierro son las semillas de calabaza, las almendras, las ciruelas, la remolacha, las lentejas, el arroz integral y el brócoli. También se puede reponer la deficiencia de hierro mediante suplementos alimenticios.
3. Aminoácidos: el cabello está compuesto en su mayor parte de queratina, una proteína que contiene cisteína, lisina, arginina y metionina. De estos antioxidantes, la lisina y la metionina son fundamentales, por lo que se recomienda fomentarlos mediante la dieta. La lisina se puede encontrar en la levadura de cerveza, el pollo, los lácteos, el pescado y los productos lácteos; mientras que la arginina se incluye en las almendras, los frijoles, los anacardos, el chocolate y el ajo.
4. Biotina: no solo mejora la salud de la piel, también se encarga de mantener el cabello fuerte y revitalizado. Para aumentar la ingesta de biotina será necesario comer arroz integral y legumbres, así como nueces y semillas.
5. Vitamina A: esta vitamina se asocia al cuidado de la salud ocular, pero también es un nutriente destinado a preservar la estética y la salud de la melena. La vitamina A se encuentra especialmente en el hígado de bacalao, las zanahorias, las espinacas y los melocotones.
6. Probióticos: su ingesta regular puede ser una de las maneras de fomentar el crecimiento del cabello, ya que éste se encuentra rodeado de vasos sanguíneos y los probióticos se encargan de mantener el buen estado de la sangre. Podemos encontrar grandes fuentes de probióticos en los pepinillos y el miso.
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