Sedentarismo vaginal: "Hay que mantener la musculatura activa con ejercicios de suelo pélvico"

Marta León nos explica los problemas que se pueden derivar de la atrofia muscular en la vagina: "Puede resultar en una disminución del tono y la elasticidad"

Marta León (Foto. Planeta Editorial)
Marta León (Foto. Planeta Editorial)
14 agosto 2023 | 10:00 h
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Aunque cada vez hay más información accesible sobre el cuidado vaginal, todavía son muchas las mujeres que no le dan la importancia que merece y no trabajan de forma adecuada este órgano. Es cierto que es muy conocido el refortalecimiento del suelo pélvico con los ejercicios de Kegel, pero gran parte del público femenino no trabaja en ello hasta que vive su primer parto o incluso hasta más tarde, cuando se adentra en la edad madura. Sin embargo, no es necesario (ni tampoco recomendable) esperar a que lleguen estos acontecimientos. 

Esto mismo es lo que dicen las expertas. Marta León  (@foodgreenmood), ingeniera química y especializada en alimentación y salud hormonal femenina, habla de ello en su libro, ‘La revolución invisible’. El término de sedentarismo vaginal’ pone de manifiesto que la vagina “requiere de actividad y movimiento para mantenerse en óptimas condiciones”, para así prevenir la atrofia vaginal y cuidar la salud femenina. Este concepto fue acuñado por la reputada fisiosexóloga Marta Torrón.

“Al igual que otros músculos en nuestro cuerpo, los músculos vaginales también necesitan movimiento, oxígeno y nutrientes para mantenerse saludables”, señala la experta. De lo contrario, los músculos de la pared vaginal pueden terminar perdiendo tono y elasticidad, haciendo que el tejido reciba menos estímulos hormonales y, consecuentemente, se acelere la atrofia.

PROBLEMAS DERIVADOS DEL SEDENTARISMO VAGINAL

Tal y como explica Marta, “la falta de actividad en los músculos de la pared vaginal puede resultar en una disminución del tono y la elasticidad, lo que puede llevar a problemas como la dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), la incontinencia urinaria, y la pérdida de sensibilidad e incluso de placer sexual. Además, puede contribuir al desarrollo de la atrofia vaginal, especialmente durante el climaterio, lo que puede generar sequedad vaginal, irritación y molestias”.

"Cuando un tejido no se mueve, se atrofia"

La atrofia vaginal está asociada a la etapa de la menopausia, ya que con el descenso de estrógenos, los tejidos necesitan más mimo. La activación de estos músculos a través del movimiento se traduce en irrigación sanguínea, es decir, también en una mayor llegada de agua y nutrientes. Por lo tanto, el trabajo de los músculos vaginales puede empezar a cualquier edad.

Para evitar el atrofiamiento de la vagina y no sufrir estos posibles síntomas, la experta nos recomienda “mantener la musculatura activa y saludable con ejercicios específicos para fortalecer el suelo pélvico”. Al mismo tiempo, favoreceremos la salud hormonal femenina, la salud íntima y sexual y mantendremos a raya posibles “complicaciones que puedan afectar negativamente nuestra calidad de vida”.

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