1. Retoma tu rutina deportiva. El primer paso es retomar la práctica deportiva, ya sea apuntándote al gimnasio o saliendo a correr al aire libre. “Se puede realizar tanto ejercicio aeróbico como ejercicio de resistencia, como el levantamiento de peso, por ejemplo” comenta Tania López, especialista en psicología clínica y medicina conductual.
2. Despídete de los azúcares añadidos. Gracias a la gran concienciación por parte de los especialistas y las instituciones sanitarias, cada vez se consumen con mayor moderación, pero tenemos que estar siempre alerta porque son muchos los alimentos que los contienen. La mejor forma de evitar el consumo excesivo de azúcares añadidos es llenar nuestro carrito de la compra de alimentos sin etiquetas, es decir, priorizar los productos naturales como frutas, verduras, carne o pescado a los alimentos envasados.
La mejor forma de evitar el consumo excesivo de azúcares añadidos en llenar nuestro carrito de la compra de alimentos sin etiquetas, es decir, priorizar en frutas, verduras, carne o pescado
3. Reinicia tus hábitos alimenticios. has pasado un largo periodo sin mirar el móvil ni los ingredientes que llevaba ese dulce capricho que tanto te gusta, pero si quieres mantener tu línea a punto recuerda que tienes que volver a tomar las riendas en tus comidas. Redacta una lista con los platos que preparabas antes de irte de vacaciones y elabora un menú semanal a partir de ellos.
4. Olvídate del pasado. El verano queda atrás y con él todos nuestros excesos alimenticios. Ahora piensa en positivo y céntrate en todo lo que vas a hacer para quemar calorías y volver a ser la envidia de todas las miradas.
5. Aperitivos sí, pero no todos valen. Una comida que no puede faltar en verano es el aperitivo. Sin embargo, muchos de ellos contienen grandes cantidades de sal y aceite, como las croquetas, las patatas bravas o los chipirones. Lo bueno de la dieta Mediterránea es que hay una gran variedad de tentempiés, algunos de ellos muy saludables, como por ejemplo los berberechos.
6. Recupera tus cenas ligeras.. Es hora de volver a organizar tus cenas como lo hacías antes y optar por lo ligero y lo nutritivo. Un poco de verdura con pescado y una fruta de postre es una gran opción con la que te irás a dormir sin hambre.