La quimioterapia, aunque esencial para tratar el cáncer, puede tener efectos secundarios significativos en la salud bucal. Este tratamiento, diseñado para detener el crecimiento de células cancerígenas, también afecta a las células de rápida regeneración en el revestimiento de la boca, lo que puede ralentizar la reparación de tejidos orales y alterar el equilibrio bacteriano. Estas alteraciones aumentan el riesgo de caries, infecciones y otros problemas dentales durante el tratamiento.
Entre los efectos más comunes se encuentran la decoloración de los dientes, la aparición de manchas blancas, una mayor susceptibilidad a las caries y cambios en la estructura de las raíces dentales. Además, la quimioterapia puede contribuir al desarrollo de infecciones en la boca debido a la disminución de la función inmunológica, lo que agrava los problemas existentes o genera nuevos desafíos para los pacientes.
En niños que reciben quimioterapia, las complicaciones pueden extenderse a largo plazo. Las investigaciones han demostrado que estos pacientes tienen un mayor riesgo de desarrollar malformaciones dentales, como raíces acortadas o coronas alteradas, e incluso pueden presentar dientes ausentes. Estos efectos suelen persistir incluso años después de finalizado el tratamiento, lo que subraya la importancia de un seguimiento dental especializado.
Los niños que reciben quimioterapia tienen un mayor riesgo de desarrollar malformaciones dentales, como raíces acortadas o coronas alteradas, e incluso pueden presentar dientes ausentes
Por otro lado, las personas que usan dentaduras postizas enfrentan un mayor riesgo de desarrollar candidiasis oral durante la quimioterapia. Esta infección fúngica puede generar molestias significativas, como cambios en el gusto y dolor al usar las prótesis, y a menudo requiere tratamientos antifúngicos específicos para su manejo.
Mantener una adecuada higiene bucal durante la quimioterapia es esencial para reducir el riesgo de complicaciones. Los especialistas recomiendan comenzar con revisiones dentales previas al tratamiento para abordar posibles problemas y minimizar riesgos. También es fundamental implementar una rutina cuidadosa de cuidado oral, adaptada a las necesidades del paciente y a las posibles sensibilidades causadas por el tratamiento.
Además de los problemas dentales, los efectos secundarios orales de la quimioterapia pueden incluir sequedad en la boca, cambios en el gusto, inflamación de las encías, sangrado y mucositis. Estos síntomas pueden ser manejados con la orientación adecuada, pero requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones graves.
Aunque los efectos de la quimioterapia en la salud bucal suelen ser temporales, es fundamental que los pacientes mantengan una comunicación constante con su dentista y equipo médico. El tratamiento preventivo y la atención oportuna son claves para preservar la salud dental y mejorar la calidad de vida durante este proceso tan delicado.