Un tratamiento comienza desde el momento en el que se toma el primer contacto con el profesional del centro. Por ello, para Marta García Esteticistas, uno de los referentes de la belleza y bienestar, el diagnóstico es la clave, ya que de él depende la eficacia de cualquier tratamiento.
Y es que, en Marta García Esteticistas la personalización de cada cura es básica, y cuentan con uno de los mejores sistemas de diagnóstico del sector. Para poder pautar el tratamiento más adecuado a cada persona es preciso asomarse a su interior con una herramienta que permita medir objetivamente las carencias y desequilibrios internos individuales.
Esta herramienta se trata de Inner Wellness, que mide el nivel de envejecimiento con una precisión inédita, detecta carencias y desequilibrios, y cuantifica los efectos de los tratamientos objetivamente.
Así pues, este sistema de diagnóstico antiaging integral consta de una plataforma compuesta por tres equipos punteros de medición y un software de análisis. Gracias a estas mediciones se puede cuantificar, con máxima exactitud, el nivel de envejecimiento interior facial y corporal, logrando medir de forma objetiva y precisa las carencias y desequilibrios de las ''sustancias pro-juventud'' del organismo.
Con el resultado de este análisis se pueden plantear curas antiaging globales y planes de tratamiento realmente personalizados y certeros y, además, se puede evaluar su eficacia a lo largo del tiempo con datos concretos de evolución y mejora, y no solo con criterios subjetivos, como la sensación de ''sentirse o verse mejor''.
En Marta García Esteticistas la personalización de cada cura es básica, y cuentan con uno de los mejores sistemas de diagnóstico del sector
De esta forma, en cada consulta se puede evaluar con máxima precisión los niveles de oxidación, glicación e inflamación celular, así como el ''desgaste'' relacionado con el envejecimiento, el bienestar y la calidad de la piel.
Pero, ¿cuáles son las tecnologías que Inner Wellness emplea para descubrir el nivel de envejecimiento? Una es Scanner Morfo-Facial Computerizado (SMFC), que realiza un retrato fotográfico multidimensional de las distintas capas y elementos estructurales del tejido.
Para esto utiliza distintas tecnologías, tipos de luz y filtros que posibilitan la toma de fotografías dérmicas a distintos niveles. Esto permite aportar datos de: tasa de estrés oxidativo, daño solar y aparición de futuras manchas; nivel de glicación dérmica en relación con el nivel de grasa subcutánea; análisis cuantitativo del tamaño de los poros y mapa de impurezas no apreciables a simple vista; equilibrio cromático y capacidad de refracción de la luz en la tez; índice de uniformidad del tono; capacidad de resplandor en relación con la rugosidad de la superficie; longitud, profundidad y dirección de las arrugas; y mapa reflejo del rostro.
Otra tecnología es Body Functional Work Station. Más allá de un informe de composición corporal al uso con datos de proporciones de masa grasa, masa magra, proporción hídrica o tasa de metabolismo basal, el software Inner Wellness cruza los datos de medición morfológica segmental con diversos parámetros informatizados basados en las conclusiones de la teoría del envejecimiento por inflamación celular y de la teoría neuroendocrina, permitiendo calcular desde el nivel de inflamación celular hasta la proporción de grasa tóxica que se posee. Esto es básico para que cualquier tratamiento corporal tenga un resultado óptimo.
La última tecnología es la topografía corneal, para la medición del colágeno, su degradación y los niveles de glicación. Así pues, con la fotografía tridimensional, además de realizar distintos gráficos cromáticos de la córnea a partir de 20.000 puntos de la misma, se obtienen datos precisos sobre la cantidad y calidad del colágeno, su deformidad y velocidad de degradación a nivel dérmico y no solo en la córnea, sino que, gracias a una tabla de equivalencias informatizada, permite extrapolar dichos datos a nivel dérmico global y determinar los niveles de glicación de la piel.