La incontinencia urinaria es una enfermedad uroginecológica que llega a afectar a más del 45% de la población femenina. Los porcentajes varían en función de la edad, si ha habido o no partos vaginales, la práctica de ejercicio o si existen hábitos de vida sedentarios. De esta forma, en mujeres jóvenes practicantes de algún tipo de actividad física, el abanico es de entre el 10% (nadadoras) y el 40% (realizan aerobic). Por su parte, en mujeres sedentarias, el porcentaje llega hasta el 47% tanto en jóvenes como las que han llegado a la postmenopausia.
''Sin embargo, la gran mayoría de las afectadas no consultan ni a médicos ni a especialistas si existen métodos para tratar la incontinencia urinaria, adaptando sus hábitos de vida a esta patología, a pesar de que existen soluciones ni farmacológicas ni quirúrgicas, como es el método pilates, que les permitirían solucionar este problema y mejorar su calidad de vida'', explica el doctor Juan Bosco Calvo, el especialista que trajo a España del método pilates en el año 1993.
Y es que, un suelo pélvico debilitado y desensibilizado es la causa principal de la incontinencia urinaria. El método pilates permite recuperar la musculatura y el control del suelo pélvico (periné), tratando así la incontinencia urinaria. Además, si el método pilates es combinado con terapia uroginecológica y ejercicio del método Kegel, se mejoran considerablemente los resultados, logrando una recuperación de su función miccional de más del 78% de los casos.
La incontinencia urinaria es una enfermedad uroginecológica que llega a afectar a más del 45% de la población femenina
Otro de los aspectos que ayudan a controlar y revertir la incontinencia urinaria es la realización de ejercicios que tonifiquen los músculos abdominales internos, concretamente el trasverso del abdomen (músculo que, a modo de faja, recubre desde la columna vertebral hasta la línea alba). El trabajo de esta musculatura en espiración (metiendo el ombligo) tonifica a la vez el suelo pélvico. De este modo, si se trabaja a la vez periné y trasverso (cosa que el pilates hace) se puede acelerar el proceso de recuperación hacia la contención urinaria.
Las mujeres con incontinencia urinaria no consiguen mejorar su suelo pélvico porque no son capaces de identificar los músculos que intervienen durante la micción. De hecho, no es tarea sencilla.
''El objetivo fundamental de los ejercicios de pilates para el suelo pélvico es tanto el fortalecimiento de la musculatura del periné, como la sensibilización del mismo para contraerlo, explicando de modo sencillo en qué consiste y utilizando los ejercicios más apropiados e instrucciones verbales con imágenes como pueden ser: interrumpir el chorro de orina, subirse la cremallera de un pantalón muy ajustado o retener un gas. Para más de la mitad de las mujeres embarazadas estas instrucciones ya son beneficiosas para adquirir un control voluntario de la musculatura del suelo pélvico'', añade Laura Cabral, directora de Corpora Pilates.
Así, dependiendo del tipo y grado de incontinencia urinaria y de laxitud del suelo pélvico, se pautará una tabla de ejercicios personalizada que permitirá una recuperación más temprana y una gran mejora en la calidad de vida de las afectadas.