Lavarse la cara es un gesto simple y sencillo que se ha convertido en una rutina de nuestro día a día. Todo el mundo (o casi todo) se lava la cara nada más levantarse de la cama por las mañanas, es una sencilla manera de despertarnos. Sin embargo, aunque parezca sencillo, lo cierto es que no todo el mundo lo hace de la manera adecuada.
¿Sabrías decir cuáles son los errores más comunes que se producen cuando nos lavamos la cara? Toma nota, porque te los contamos.
La limpieza facial es fundamental en la rutina de belleza. De día y de noche, esta costumbre no puede faltar si el objetivo es mantener un estado óptimo, saludable y luminoso de la piel.
Lavarse la cara de la manera correcta es un buen modo para mantener la piel saludable, hidratada, limpia y sana
La doctora Candy Hernández, experta en Medicina Estética, enumera los cinco errores comunes que pueden empeorar la calidad de la piel, a la hora de lavarse el rostro.
Usar agua caliente. Puede que resulta tremendamente desagradable (sobre todo en invierno), pero lo cierto es que utilizar agua caliente para lavarnos la cara puede comprometer la barrera natural de la piel y provocar irritación y deshidratación. En estos casos, lo mejor es utilizar agua templada.
Exfoliarse diariamente. Puede que estés pensando que estamos locas, pero nada más lejos de la realidad. Exfoliarse la piel a diario no es recomendable, de hecho, los expertos recomiendan hacerlo dos veces por semana. Su uso excesivo puede provocar inflamación, infecciones e incluso empeorar las condiciones de la piel con acné. La mejor solución es hacerlo una vez por semana y no utilizar productos como el retinol, sobre todo por las noches.
Hacerlo demasiadas veces. No es bueno lavarse el pelo muchas veces a lo largo del día. Lo mejor es hacerlo unas dos veces al día o en su defecto hacerlo una tercera si se practica deporte. Es aconsejable sustituir el lavarse la cara con usar limpiadores suaves y sin exfoliantes.
No lavar la zona del cuello. “El cuello es una de las zonas más expuestas a factores externos y en la que también debería aplicarse a diario un protector solar y otros tratamientos. Por lo tanto, es necesario retirar los restos de productos por la noche”.
Usar toallas sucias. Usar toallas que llevan días sin lavarse no es bueno para la piel, ya que estas acumulan bacterias y en lugar de beneficiar a nuestra piel, hacemos todo lo contrario. Lo recomendable es cambiar la toalla diariamente para evitar que aparezcan bacterias.