“Loa callos se desarrollan, normalmente, en la parte superior y a los lados de los dedos, así como en las puntas debido a problemas de artritis o a un mal calzado”, aseguran.
"Normalmente aparecen en la parte superior y a los lados de los dedos debido a problemas de artritis o a un mal calzado"
Eso sí, según estos especialistas internacionales, la patología se confunde, en algunas ocasiones, con verrugas plantares. No obstante, esta otra lesión se caracteriza por los pequeños puntos negros que aparecen en su interior y que, en realidad, son pequeños vasos sanguíneos.
“La mayoría de los callos desaparecen cuando la presión se detiene, aunque si no se está seguro de sus causas o el endurecimiento de la piel es muy doloroso, lo más indicado es acudir a la consulta del podólogo”, recomienda el doctor Elbuluk, quien también establece una serie de pautas para su tratamiento:
1. Poner los pies en remojo: introducir los callos entre cinco y 10 minutos en agua caliente ablanda la piel.
2.Utilizar la piedra pómez: primero habrá que mojar la piedra pómez en agua tibia para pasar a continuación suavemente sobre el callo. Para eliminar la piel muerta habrá que realizar movimientos circulares o hacia los lados.
3. No recortar la piel: esto puede causar sangrado y por lo tanto, infección.
4. Aplicar una loción humectante en la zona: recurrir a una crema diaria con ácido salicílico, lactato de amonio o urea ayudará a suavizar los callos y durezas.
5. Proteger las lesiones con almohadillas adhesivas: se pueden encontrar en la farmacia y éstas evitan que el callo tenga contacto con el zapato ocasionando molestias.
6. Usar calzado adecuado: antes de comprar un par de zapatos se debe asegurar que el tamaño y la forma van acordes a nuestros pies y procurar comprarlos a última hora, ya que después de todo el día se encuentran ligeramente hinchados.
7. Mantener las uñas recortadas: las uñas demasiado largas pueden forzar que los dedos empujen hacia arriba en dirección contraria al zapato.
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