La rosácea es una patología dermatológica que cursa con un enrojecimiento de la zona central del rostro. Se caracteriza por su cronicidad (a día de hoy no tiene cura) y porque se presenta en forma de brotes (momentos en los que los síntomas se agudizan).
''Se estima que afecta al 5,5% de la población, aunque solo el 1% la tiene diagnosticada. Entre los motivos de este hecho, están el desconocimiento de la existencia de la enfermedad y de sus síntomas y a que estos desaparezcan (o atenúen en gran medida) en determinadas épocas del año'', señala la doctora Concetta D’Alessandro, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral (IDEI).
¿Por qué aparece? Según explica la doctora, en la actualidad no se sabe el motivo exacto por el que se desarrolla la rosácea, pero sí se conocen algunos factores que influyen en su aparición: predisposición genética, hasta en un 40% de los casos este factor es determinante; sexo, afectando tres veces más a mujeres que a hombres, especialmente a las que tienen la piel blanca y sensible; funcionamiento inadecuado del sistema inmunitario, permitiendo la liberación de sustancias y la consecuente aparición puntal de reacciones inflamatorias que se dan en la zona facial; problemas vasculares que se traducen en vasodilatación y en el desarrollo de nuevos capilares sanguíneos muy superficiales; proliferación del ácaro demodex folliculorum a nivel cutáneo; y factores externo.
La rosácea es una patología dermatológica que cursa con un enrojecimiento de la zona central del rostro
En cuanto a los síntomas, la rosácea se manifiesta con enrojecimiento, a veces de aparición súbita (flushing), en la zona central de la cara (mejillas, frente, nariz, mentón, zona peribucal, ojos). ''El enrojecimiento puede ir acompañado de sequedad, tirantez, picor y quemazón. También pueden aparecer zonas donde la piel esté engrosada y con granos y pústulas. Otro de los síntomas característicos es el desarrollo de arañas vasculares (telangiectasias)'', añade Concetta D’Alessandro.
TIPOS DE ROSÁCEA
Se pueden establecer 4 tipos de rosácea, que en muchos casos comparten síntomas (enrojecimiento, sequedad, tirantez y picor, principalmente)
-Eritematalangiectásica: caracterizada por el desarrollo de eritema y la aparición de arañas vasculares.
-Papulopustulosa: en la que el paciente también desarrolla pápulas y pústulas, que están inflamadas y supuran.
-Fimatosa: se produce un engrosamiento y agrandamiento de la nariz, llegando incluso a poder causar deformidades. Es un proceso más grave y que suele ser mucho más frecuente en varones.
-Ocular: es uno de los tipos menos frecuentes. Los pacientes afectados, principalmente, refieren sequedad ocular, sensación de cuerpo extraño, enrojecimiento y visión borrosa.
TRATAMIENTO
Según la dermatóloga de IDEI, ''el tratamiento depende de los síntomas y de su gravedad, ya que al ser una enfermedad crónica, no existe una cura definitiva, hasta el momento. En casos leves, se pueden indicar cremas hidratantes, emolientes y vasoconstrictoras, para reducir la tirantez, la quemazón y reducir la aparición de arañas vasculares. También pueden ser necesarios los antibióticos, tanto orales como tópicos, para evitar infecciones cuando existen granos y pústulas. Estos, pueden también provocar cicatrices en la piel, por lo que no se deben manipular en ningún momento''.
Por otra parte, existe tecnología médica que permite reducir la sintomatología en casos moderados a graves, que puede ir o no acompañada de tratamientos farmacológicos. Entre ellos se encuentran los láseres de colorante pulsado, KTP, Nd:Yag y la luz pulsada intensa. Por su parte, la terapia biofotónica, que se basa en la fluorescencia que emite un gel transmisor al ser expuesto a una fuente de luz azul, tiene un efecto antiinflamatorio, modula el componente vascular y de renovación celular. Este tipo de tecnología, en general, permite controlar los brotes además de tener una acción preventiva.
En el caso de que exista rinofima, se utilizan los láseres de CO2 y Erbium:YAG fraccionados o convencionales, logrando conseguir unas mejorías estéticas considerables.