Aunque muchas solo los usan para ocasiones especiales, para otras mujeres los zapatos de tacón son su día a día. Nos ayudan a lucir más esbeltas, realzar la figura y ganar unos centímetros de altura, pero utilizarlos en exceso y con centímetros de más puede acarrear graves consecuencias para la salud.
Los pies nos sostienen a lo largo del día y no conviene cargarlos ni hacerlos sufrir en exceso para evitar problemas en el futuro. A corto plazo, su uso puede provocar cansancio y dolor muscular, pero su uso continuado hará a nuestro cuerpo desarrollar patologías que no solo afecten al pie. Te las indicamos a continuación.
CONSECUENCIAS DEL USO DE TACONES
- Esguince de tobillo: el pie pierde estabilidad al no tener contacto con el suelo en toda su superficie por completo, así que acumula también más tensión en la zona del tobillo. Consecuentemente, en alguna mala pisada habrá más riesgo de sufrir un esguince e incluso rotura.
- Deformaciones en los dedos o dedos de martillo: los zapatos de tacón cargan el antepié y atrapan los dedos, acumulando en ellos todo el peso de la pisada. Así, será común que las personas que usan los tacones a diario sufran deformaciones en la forma de sus dedos, siendo más propensas también a desarrollar otros problemas como callos o juanetes.
- Fascitis plantar: la tensión acumulada de la que venimos hablando desemboca en una alteración de la fascia plantar, que es el ligamento que conecta el hueso del talón con la planta de los pies. Esta dolencia causa dolor localizado e impide caminar de forma normal.
- Juanetes: el uso continuado de tacones altos y en forma de punta suele generar esta deformidad con el paso del tiempo.
- Callos: la alta presión a la que se somete el pie de forma continuada ocasionará callos a futuro. Podrán aparecer en las zonas de mayor fricción, tales como en los laterales del pie o en las dobleces de los dedos.
Llevar zapatos de tacón de mucha altura conlleva un alto riesgo de sufrir esguinces
- Problemas óseos: las partes del cuerpo humano están interconectadas, así que todos estos problemas también tienen su efecto en otras zonas. Llevar zapatos de tacón altos hace que echemos el cuerpo hacia adelante y nos sobreesforcemos por mantener el equilibrio, la pelvis se va hacia atrás y la cadera sufre una anteversión. Todos estos cambios propician la aparición de artrosis a largo plazo.
- Problemas musculares: con el uso de los tacones la rodilla sufre un cambio en su alineación, así que esta articulación desarrolla su función sin seguir su trascurso natural y acumulando mucha fuerza en su parte interna. Cuando llevamos tacones, las rodillas también favorecen una rotación interna de las caderas, el talón de Aquiles se estrecha y los gemelos deben ajustarse al ángulo de los tacones.
- Neuroma: toda la presión que acumula el pie puede verse afectada con un neuroma, que es una degeneración nerviosa en forma de quiste interno y que afecta a los nervios de la zona. Es una afección muy dolorosa que suele tratarse con fisioterapia, infiltraciones e incluso, con cirugías.
El uso de zapatos de tacón es muy estético pero, como vemos, los tacones de aguja no serán nuestros mejores aliados para mantener la salud del pie. Para cuidar de ellos, es más recomendable utilizar un calzado cómodo, que dé apoyo en toda su superficie y que no tenga demasiada altura para mantener el equilibrio.