El melanoma se ha convertido en uno de los tumores más frecuentes y agresivos. Las consultas dermatológicas por su diagnostico han aumentado hasta el punto de convertirse en el responsable del 80% de las muertes por cáncer de piel a nivel mundial. En España, su incidencia ha aumentado desde el año 2015 en un 13.1% de nuevos casos diagnosticados en el año 2020.
Una de las formas más graves de cáncer de piel, se origina en los melanocitos, las células que producen la melanina, el pigmento que da el color a la piel. Cualquier lunar, llaga, protuberancia, imperfección o marca que podamos ver en nuestro cuerpo puede ser señal de melanoma u otro tipo de cáncer de piel. A diferencia de otros tipos de tumores, el melanoma tiene una forma de detección precoz, que en la mayoría de los casos ayuda en su rápido tratamiento.
La radicación y exposición solar es el principal factor de riesgo del melanoma. Aunque también existen otros. Según señala la Sociedad Americana de Oncología, los principales factores de riesgo del melanoma son: el uso abusivo de las cabinas de rayos UVA. Tener la piel blanca y pecosa. Tener los ojos azules. Sufrir antecedentes familiares de melanoma. Y tener el cabello rubio y quebradizo.
¿CÓMO IDENTIFICAR UN MELANOMA?
Para identificar un melanoma es importante saber diferenciarlo de un lunar normal. En este sentido, se aplica la regla ABCDE, que refleja cinco rasgos que caracterizan a ambos. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), establece los siguientes conceptos.
La letra A representa la asimetría. En el melanoma se puede identificar cuando se una mitad se ve diferente a la otra.
El borde del lunar también puede servir como rango identificador del melanoma. Aparece representado con la letra B y se caracteriza por ser un tumor con bordes irregulares, cortes u ondas.
La letra C representa el color. Crecimientos que hayan cambiado de color, que tengan muchos colores o que presenten un color irregular. Normalmente, los colores que se presentan son en tonos marrones, negros o rojizos.
El diámetro aparece representado con la letra D. Cuando un lunar sobrepasa el diámetro de seis milímetros, podría identificarlo como una señal de posible melanoma.
La letra E representa la evolución. Cuando con el paso del tiempo el lunar se transforma y cambia de color, tamaño, altura o forma.