El punto Gpuede ser difícil de identificar. Ahora, los investigadores se han enfocado en encontrar un punto clave aún más elusivo relacionado con el placer sexual de las mujeres: la parte del cerebro que responde al contacto genital, el punto C.
Los hallazgos sobre la ubicación y variación del área, publicados en The Journal of Neuroscience, ofrecen información para comprender el sexo saludable, las causas y los posibles tratamientos para la disfunción o insatisfa y los efectos a largo plazo del abuso sexual.
La corteza somatosensorial es la región del cerebro que detecta el tacto en general, pero diferentes puntos dentro de esta región representan diferentes partes del cuerpo. Durante años, los científicos han tratado de identificar la ubicación exacta para la estimulación sensorial del clítoris, pero seguían obteniendo resultados inconsistentes. Resulta que hay una buena razón para eso: así como las experiencias sexuales difieren de una mujer a otra, el sitio específico vinculado al clítoris en la corteza somatosensorial también difiere entre las mujeres.
Este estudio logró estimular solo el clítoris sin tocar otras partes del cuerpo cercanas ni causar una excitación sexual notable.
El grosor de esa área varió en cada mujer según la frecuencia con la que cada una informó haber tenido relaciones sexuales en el último año. Y dónde estaba la región y qué tan grande era dependía, al menos en parte, de la frecuencia con la que se usaba.
El estudio incluyó a 20 mujeres sanas sin antecedentes de embarazo, trastornos psiquiátricos o neurológicos, abuso o negligencia infantil, enfermedades de transmisión sexual, trastornos sexuales u otras enfermedades. Tampoco estaban menstruando en el momento del estudio ni tomando ningún fármaco psicotrópico.
A cada mujer se le realizaron resonancias magnéticas del cerebromientras usaba ropa interior desechable con un dispositivo colocado sobre el área del clítoris. El dispositivo, sujeto con cinta adhesiva y un cinturón de velcro, vibró ligeramente, lo suficiente como para estimular la región.
Durante años, los científicos han tratado de identificar la ubicación exacta para la estimulación sensorial del clítoris, pero seguían obteniendo resultados inconsistentes.
A diferencia de la mayoría de las investigaciones anteriores, este estudio logró estimular solo el clítoris sin tocar otras partes del cuerpo cercanas ni causar una excitación sexual notable, lo que permitió a los científicos concentrarse en la región del cerebro relacionada con el tacto sensorial en esa región.
Esta es también la primera vez que los científicos pudieron mostrar claramente que la frecuencia de las relaciones sexuales en el último año y durante la vida de una persona estaba relacionada con la estructura física de la región del cerebro vinculada al tacto del clítoris.