¿Cuándo es mejor someterse a una reducción de pecho? ¿Antes o después de la pérdida de peso?

Muchas mujeres se plantean someterse a una reducción de pecho antes de bajar de peso para que entrenar les resulte más fácil

Mujer con pecho grande (Foto. Freepik)
Mujer con pecho grande (Foto. Freepik)
22 agosto 2024 | 10:00 h

Aunque al hablar de cirugía de pecho, probablemente el aumento de talla en las mamas sea la idea que antes se nos venga a la cabeza, la opción contraria es otra posibilidad. De hecho, la reducción de los senos es cada vez más demandada, pues está indicada en pacientes que presentan dolores en el cuello, en los hombros y en la espalda como consecuencia del volumen en sus mamas.

Generalmente, las personas con sobrepeso u obesidad suelen tener un pecho más grade y pesado, por lo que someterse a esta intervención puede resultarles atractivo para mejorar su calidad de vida. Sin embargo, es importante conocer las implicaciones sobre la decisión de practicarse esta cirugía antes o después de la pérdida de peso, ya que podría cambiar el resultado de la operación. Te lo contamos:

PERDER PESO: ¿ANTES O DESPUÉS DE LA CIRUGÍA DE REDUCCIÓN?

Un pecho de talla grande puede afectar a la vida diaria de la paciente, generalmente mujeres, e incluso puede complicar la práctica de ejercicio, ya que puede generar un exceso de tensión en la espalda. De esta manera, dificultaría la pérdida de peso en las pacientes interesadas en disminuir el volumen de sus senos, por lo que muchas mujeres creen que es mejor someterse a un procedimiento de reducción antes de empezar comprometidamente con el entrenamiento.

Teniendo esto en cuenta, toca rescatar lo que dice la evidencia científica para sacar más conclusiones. Según un estudio reciente, el 40% de las personas experimentan una pérdida de peso significativa después de una reducción de senos debido al volumen de peso perdido en el pecho. Un estudio anterior concluía que la reducción de los senos puede suponer un incentivo para continuar con esa bajada de peso tras la cirugía.

En la intervención de reducción de mamas tras la pérdida de peso, el cirujano podrá retirar el exceso de piel y dar forma a los senos

Ahora bien, la cantidad de grasa en los senos viene determinada por su tamaño y forma. Cuando una persona pierde peso, puede perder grasa de los senos, lo que puede reducir el tamaño y cambiar la forma. Pero también puede provocar un exceso de piel y una apariencia desinflada o flácida. Esto significa que, si una persona pierde peso después de una reducción de senos, puede experimentar más cambios en los senos.

En definitiva, cuando alguien pierde peso, los efectos también son visibles en la piel a través de la flacidez provocada por la pérdida de volumen. Por lo tanto, para maximizar los resultados estéticos de la intervención, lo ideal es poder someterse a la reducción de pecho de forma posterior a la pérdida de peso. Así, el cirujano podrá aprovechar para retirar el exceso de piel y trabajar los senos para dejarlos al tamaño proporcional al cuerpo de la paciente.

CONSEJOS PARA PERDER PESO

Para algunas mujeres puede resultar complejo iniciarse en la bajada de peso, ya que los pechos grandes se asocian al dolor de espalda, hombros y cuello. Además, las mamas pueden ser sensibles al movimiento. Por todas estas condiciones, prefieren posponer la pérdida de peso para comenzarla después de la operación, arriesgándose a la aparición de la flacidez y pérdida de forma del pecho.

Algunas de las formas para ayudar a ir perdiendo kilos de forma progresiva y, así, retrasar la operación cuanto sea posible, son las siguientes:

  • Fijarse metas: con objetivos de peso a cumplir de forma periódica para fortalecer el compromiso.
  • Que las metas sean realistas: por ejemplo, al principio se pueden empezar con entrenamientos cortos de 15 minutos al día o el consumo de agua en sustitución de productos azucarados. Y, después, habría que irlos ampliando gradualmente.
  • Seguir una pauta de alimentación saludable: este tip se refiere a una dieta variada y equilibrada, basada en alimentos con nutrientes esenciales para el organismo. Deben incluirse frutas, verduras y alimentos que sean ricos en calcio, proteínas y cereales integrales. En cambio, conviene limitar y evitar en la medida de lo posible los productos con alto contenido de grasas saturadas y azúcares.
  • Estudiar las calorías que necesita cada persona: cada persona es un mundo, así que, en función de su edad, peso, sexo, actividad y condición física, el cuerpo consumirá más o menos energía. Y, por lo tanto, deberá consumir más o menos calorías. La ayuda de un nutricionista será fundamental para abordar lo con éxito y seguridad.
  • Realizar actividad física regularmente: para quemar más calorías de las que el cuerpo utiliza, además de seguir una restricción calórica adecuada, es importante entrenar varios días por semanas.
  • Buscar ayuda profesional: realizar este camino en solitario puede ser complicado y, en ocasiones, puede llegar a desmotivar. Para que esto no ocurra, es recomendable acudir a un profesional de la salud que guíe en el plan de pérdida de peso personalizado, como también confiar en la terapia psicológica para cuidar la salud mental.
Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.