Hacer deporte es fundamental para el buen funcionamiento del organismo, sin embargo, en verano es necesario extremar las precauciones para que las altas temperaturas no nos den ningún susto.
En este sentido, lo primero que debemos hacer durante la práctica deportiva en verano es prevenir la deshidratación. Para ello es fundamental reponer líquidos de forma constante, ya que con el ejercicio físico en la época estival se pierde más agua que en otras estaciones del año.
Otro aspecto a tener en cuenta es la vestimenta. En verano, la ropa para hacer deporte debe ser holgada, transpirable, ligera y, a ser posible, de colores claros, para que no absorba tanto el calor. En cuanto al calzado, también debe permitir la transpiración.
En verano, la ropa para hacer deporte debe ser holgada, transpirable, ligera y, a ser posible, de colores claros
Asimismo, la Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness (FEDA) recomienda limitar el ejercicio intenso a las horas menos calurosas del día y reducir la duración, distancia y/o intensidad del entrenamiento cuando el calor y la humedad sean altos.
La protección solar también juega un papel clave. Y es que, al igual que protegemos la piel cuando vamos a la playa o la piscina, también debemos hacerlo si practicamos deporte al aire libre, ya que los rayos solares pueden ser muy perjudiciales.
Por último, la FEDA aconseja evitar o reducir el entrenamiento en casos de mal descanso nocturno, enfermedad infecciosa, fiebre, diarrea, vómitos, depleción de hidratos de carbono, o consumo de algunos medicamentos.