El otoño es una época de cambios. Dejamos atrás las vacaciones de verano y volvemos a la rutina del día día. Vuelta al trabajo, los colegios, las clases extraescolares, los planes en casa, las hojas de los árboles en el suelo… Y en esta estación del año si hay una sensación que inunda a las personas es el cansancio.
Te cuesta levantarte, despegar los párpados por la mañana y, en definitiva, te sientes sin energía como si se te acabaran las pilas. En pleno cambio de estación es muy habitual que ocurra. Se le conoce como astenia otoñal.
La astenia otoñal es la sensación de cansancio, fatiga corporal, debilidad, desgana o apatía y surge como consecuencia del cambio de estación. Al cuerpo y a la mente le cuesta adaptarse a los nuevos horarios, a los días más corto y menos luminosos. De ahí ese cansancio o agotamiento mental y físico.
Este tipo de sensación no tiene síntomas aparentemente graves y a medida que van avanzando los meses desaparece. ¿Entonces, cuales son sus causas principales?
Belén Acero, titular de la Farmacia Avenida de América y especialista en dermocosmética y nutrición no lo explica.
La astenia otoñal se produce como consecuencia de los cambios de temperatura, de la reducción de horas de sol y , por tanto, los días se vuelven más cortos y hay menos luz. Además, vuelve la rutina.
Todo esto hace que la producción de melatonina se adelante (hormona implicada en la regulación del ciclo circadiano), además de producirse menos serotonina (hormona implicada y relacionada con la felicidad). Esto hace que el organismo tenga que adaptarse y, con ello, aparezca ese cansancio del que hablábamos. A lo anterior debemos sumarla que es la época de los resfriados. Al descender las temperaturas, llegan las lluvias, el frío y el viento y, con ello, aparecen los catarros y las gripes.
Sus síntomas principales son: somnolencia, apatía, cansancio, debilidad, falta de apetito o exceso, disminución de la libido, tristeza, irritabilidad o cambios en el estado de ánimo.
CONSEJOS PARA COMBATIRLA
- Llevar una dieta sana y equilibrada. Es muy importante para recibir todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo y la mente, además de fortalecer el sistema inmunológico.
- Dormir un número suficiente de horas. Lo recomendado es dormir en torno a ocho horas al día. Además, se recomienda adelantar la hora de acostarse y adelantar la hora de levantarse para aprovechar las horas de luz.
- Ejercicio físico. Además de estar sanos por dentro y también lo tenemos que estar por fuera y practicar ejercicio ayuda a liberar estrés y aumentar la segregación de endorfinas, que son neurotransmisores que contribuyen a mejorar el estado de ánimo y a conseguir un estado pleno de bienestar.