No importa la fecha que indique tu documento nacional de identidad, tu apariencia es lo que importa. Por ello, si lo que pretendes es quitarte años primero hay que mirarse al espejo y descubrir los puntos débiles y maltratados para poner solución a ello.
Según Ester Herranz, directora de Nuevo Concepto Estética Avanzada de Burgos, el primer paso que debes dar es conocer y familiarizarte con tu piel.
Así, si tu piel es seca, habrán aparecido las líneas de expresión de joven en la zona de ojos y boca, sobre todo. Sin embargo, estás a tiempo de que no te salgan escamas, porque si tu piel es seca y hasta ahora no la has cuidado te reclama una súper hidratación.
Por ello, beber dos litros de agua al día es muy importante para este tipo de pieles. Asimismo, la higiene nocturna y la hidratación de mañana y noche son tres pasos fundamentales que las pieles secas no deben obviar ni un solo día. Por el contrario, si a tu piel le encanta brillar, eso es que tienes la piel grasa. Los poros estarán permanentemente dilatados y es más propensa a los antiestéticos granos.
Si lo que pretendes es quitarte años primero hay que mirarse al espejo y descubrir los puntos débiles y maltratados para poner solución a ello
En compensación a esta grasa, las líneas de expresión que aparecen a temprana edad en las pieles grasas tardarán más tiempo en salir pero como esto tampoco es natural, los consejos que te ofrece Ester Herranz para recuperar tu equilibrio dérmico es seguir al pie de la letra estos fáciles y sencillos pasos: limpieza a fondo dos veces al día; hidratar allí donde más se necesite, es decir, en las zonas que no brillan; aplicar mascarillas desincrustantes dos veces por semana; y exfoliar para eliminar impurezas escondidas.
Por otro lado, para las pieles mixtas, aunque la apariencia nos diga que la piel está bien, suele haber zonas complicadas como son: frente, nariz y barbilla. Aprende a tratarlas de manera diferente al resto, ya que son especiales: cremas específicas para el exceso de grasa, bases de maquillaje diferentes...
Finalmente está la piel normal, la perfecta, la envidiable, la más deseada por todos los cutis. Y es que, tiene una apariencia saludable, su tacto suave y aterciopelado, sin imperfecciones ni signos tempranos de envejecimiento. ¡Insultantemente equilibrada! Si es tu caso, enhorabuena y no te despistes con los cuidados de mantenimiento, pues nada es eterno.