"La prevención contra el cáncer de piel nos puede salvar la vida a nosotros y los que nos rodean"

La razón más influyente para desarrollar cáncer de piel según la evidencia científica son los rayos de sol que recibimos durante los primeros 20 años de vida.

Mujer con cáncer de piel (Foto. Freepik)
Mujer con cáncer de piel (Foto. Freepik)
13 junio 2023 | 10:00 h

Los beneficios del sol para nuestra salud son numerosos: mejora nuestro estado de ánimo, fortalece nuestros huesos y músculos, favorece a nuestro sistema inmunológico y, en la piel, contribuye a la cicatrización y a la generación de vitamina D. Pero en exceso, puede provocar daños como el fotoenvejecimiento, la inmunosupresión e incluso la aparición de enfermedades tan graves como el cáncer de piel.

Hoy, 13 de junio, se celebra el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel para concienciar a la población sobre una enfermedad evitable pero que en los últimos años ha crecido en número de afectados. En 2020, según los datos del Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer, hubo 47 casos de cáncer de piel por cada 100.000 habitantes, unas cifras preocupantes.

Algunas celebrities no se han librado de esta enfermedad. De hecho, los deportistas de élite son los más dados a sufrirla, ya que algunos entrenamientos requieren de ser practicados al exterior. Hablamos de famosos como los tenistas Félix Mantilla o Javier Sánchez Vicario, pero también otras estrellas como Lydia Bosch, Hugh Jackman, Nicole Kidman, Melanie Griffith, Ewan McGregor o Clint Eastwood. Sus casos mediáticos han ayudado a visibilizar la enfermedad en la sociedad.

LA PREVENCIÓN ES POSIBLE 

Respecto al cáncer de piel, tenemos que saber que existen diferentes tipos y algunos más graves que otros. Para hablar de ello, hemos contado con Ana Molina, dermatóloga y Directora de Comunicación de la Academia Española de Dermatología y Venereología. La experta nos explica que el melanoma es el de peor pronóstico, ya que es el más agresivo y puede tener un desenlace letal, pero también existe el cáncer de piel no melanoma, que involucra a los carcinomas basocelulares y epidermoides y que rara vez producen metástasis. Estos son los más frecuentes.

En el desarrollo de la enfermedad influyen muchos factores, como la predisposición genética de la persona y los factores externos. Aquí no sólo entra la exposición solar, sino también aspectos a los que estamos expuestos desde que nacemos. No hay que olvidar algunos tratamientos estéticos, como las cabinas de rayos ultravioleta, y otros hechos como la exposición a ciertos productos químicos o la presencia de quemaduras.

"El carcinoma raramente da metástasis y la mayoría de gente sobrevive sin problema. Son como una llamada de atención"

No obstante, la razón más influyente según la evidencia científica son los rayos de sol que recibimos durante los primeros 20 años de vida. Por este motivo, el uso de la fotoprotección con factor alto (SPF 30 o 50) debe convertirse en un indispensable de nuestro día a día y no sólo en los meses de verano, pues el sol actúa durante todo el año. En este artículo te dejamos todos los consejos para cuidarte de la radiación solar, porque "la prevención contra el cáncer de piel nos puede salvar la vida a nosotros y los que nos rodean".

Para poder hacer un diagnóstico temprano y evitar el desarrollo de la enfermedad, la dermatóloga recomienda revisar las zonas más expuestas al sol: la cara (especial análisis de la nariz y la mejilla), escote, parte superior de la espalda, brazos y piernas. Esto no exime de que el cáncer pueda desarrollarse en otra zona del cuerpo, “incluso entre los dedos de los pies o las mucosas, como el interior de la boca o dentro de la vagina o el ano”, señala.

El melanoma es el tipo de cáncer de piel más agresivo

Ya que los cánceres de piel no melanomas son los más frecuentes, Ana nos deja unas observaciones para poder detectarlo: “el carcinoma basocelular suele aparecer en forma de un bulto brillante o de superficie perlada, una lesión ulcerada sangrante o una con forma de cicatriz blanquecina de la piel. Mientras que el carcinoma espinocelular suele aparecer casi siempre en la cara, orejas o dorso de manos, como una lesión mal delimitada de superficie rojiza y escamosa o con costra. Si está más avanzado ya aparecerá como un nódulo rojo y firme”.

Respecto al tratamiento de estos tipos de carcinomas, generalmente se aplica la cirugía para su extirpación, para así poder analizarlo en el laboratorio “y saber si los márgenes han quedado libres, en cuyo caso el paciente estaría curado para siempre”. En los casos más leves y superficiales también pueden administrarse cremas especiales “capaces de destruir selectivamente las células cancerígenas”, explica la experta. Adicionalmente, existen terapias de luz y láser, siendo muy inusual que estos casos requieran de quimioterapia o radioterapia para su curación.

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