La sensación de pesadez durante los meses de embarazo se debe principalmente a que conforme va creciendo el bebé, la zona de las ingles se va comprimiendo, lo que conlleva a la retención de líquidos así como a un posible aumento de celulitis y la aparición de estrías.
Para prevenir que estos síntomas vayan en aumento existen varios tratamientos como la presoterapia y el masaje drenante que combinados son la fórmula perfecta para el bienestar y la salud de las embarazadas.
“Pueden parecer dos tratamientos muy semejantes pero combinados optimizan los resultados de forma exponencial”, ha explicado Silvia Cruz del departamento de Formación de Grupo Cristina Álvarez. En concreto, la presoterapia se trata de una técnica de compresión y descompresión que se realiza con unos pantalones divididos en varias celdas, que a través de la presión de aire por esos compartimentos en sentido ascendente, estimula la circulación y elimina el exceso de líquido de las extremidades inferiores. “En las mujeres embarazadas sólo pueden ponerse programas que lleguen hasta la zona inguinal, evitando así la zona del abdomen”, ha señalado la especialista.
Para prevenir que estos síntomas vayan en aumento existen tratamientos como la presoterapia y el masaje drenante que son la fórmula perfecta para el bienestar y la salud de las mujeres embarazadas
Por su parte, los drenajes linfáticos manuales consisten en realizar presiones suaves en puntos por los que pasa la linfa para favorecer la eliminación de líquidos y la sensación de piernas cansadas. A través de estos masajes indoloros se traslada el líquido acumulado a las zonas linfáticas donde se puede evacuar.
“La combinación de estos dos tratamientos es perfecta para disminuir las retenciones de líquidos y depósitos de grasa”, ha insistido Cruz, al tiempo que ha aclarado que “las embarazadas no deben empezar con estos tratamientos hasta el segundo trimestre de gestación”.
Los resultados de esta combinación son inmediatos ya que los pacientes al finalizar la sesión notan una sensación de confort y ligereza en las piernas. Asimismo, son tratamientos seguros para el bebé y la madre ya que, en manos de un profesional cualificado, ninguno de los dos implica ningún peligro para las embarazadas; y además, evita la aparición de alteraciones vasculares y celulitis.
Como complemento a los tratamientos, para potenciar aún más su efectividad, los profesionales recomiendan llevar una alimentación sana que evite el consumo de gritos, grasas saturadas y dulces, beber mucho líquido, llevar una vida activa, utilizar ropa holgada y 100% de algodón para evitar excesos de calor, duchas de agua fría en las piernas con movimientos circulares ascendentes, posicionar varios minutos al día las piernas en alto y dormir ocho horas diarias.