Dormir la siesta está considerado, por muchas culturas y desde hace mucho tiempo, como algo de “vagos y remolones”, sin embargo, los 20 minutos que se necesitan para la siesta perfecta, pueden aportarnos muchos beneficios a nuestra salud.
En primer lugar, la falta de sueño provoca un exceso de hormona cortisol, es decir, la hormona del estrés, y esto aumenta la intolerancia a la glucosa y la grasa abdominal, debilita el sistema muscular e inmunológico, además de obstaculizar la memoria y el aprendizaje. Por eso, dormir un rato de siesta ayuda a disminuir los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares y el grado de estrés.
Además, las siestas mejoran la memoria, el aprendizaje y concentración en el trabajo. También mejora la capacidad de retención de la memoria y mejora la capacidad de estar alerta.
Ni que decir tiene que un rato de descanso mejora el estado de ánimo. La serotonina nos produce una sensación de satisfacción y bienestar que hace que se reviertan los efectos del estrés, la angustia y el cansancio.
Por otro lado, en desconectar durante los 20 minutos que requiere la siesta ideal, nos ayuda en el desarrollo neurológico, ya que estaremos más creativos y con una mejor percepción sensorial.
No obstante, es importante insistir en los 20 minutos de duración de la siesta, ya que pasar el umbral de la media hora, según los especialistas, provocaría descansar mal por la noche.
Porque tú eres lo más importante… Estetic.es
En primer lugar, la falta de sueño provoca un exceso de hormona cortisol, es decir, la hormona del estrés, y esto aumenta la intolerancia a la glucosa y la grasa abdominal, debilita el sistema muscular e inmunológico, además de obstaculizar la memoria y el aprendizaje. Por eso, dormir un rato de siesta ayuda a disminuir los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares y el grado de estrés.
Además, las siestas mejoran la memoria, el aprendizaje y concentración en el trabajo. También mejora la capacidad de retención de la memoria y mejora la capacidad de estar alerta.
Ni que decir tiene que un rato de descanso mejora el estado de ánimo. La serotonina nos produce una sensación de satisfacción y bienestar que hace que se reviertan los efectos del estrés, la angustia y el cansancio.
Por otro lado, en desconectar durante los 20 minutos que requiere la siesta ideal, nos ayuda en el desarrollo neurológico, ya que estaremos más creativos y con una mejor percepción sensorial.
No obstante, es importante insistir en los 20 minutos de duración de la siesta, ya que pasar el umbral de la media hora, según los especialistas, provocaría descansar mal por la noche.
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