Cada piel es un mundo y es que cada rostro tiene un microbioma cutáneo distinto, único. Pero además de todos los microorganismos que habitan en nuestra piel y que la configuran, las condiciones cutáneas de cada persona influyen sobre aspectos como la producción de sebo natural, la tendencia acneica, la formación de manchitas…
Pedro Catalá, doctor en Farmacia, cosmetólogo y fundador de Twelve Beauty, explica que hay varios motivos que pueden hacer que confundamos ambas condiciones, como los limpiadores agresivos, una exfoliación continuada o el abuso de ácidos. Y es que muchas veces somos nosotros mismos los que podemos en riesgo nuestra salud cutánea.
La piel sensible es naturalmente reactiva y tiende a irritarse fácilmente. En algunos casos, existe un factor hereditario que hace que presentemos ese cuadro desde que nacemos, aunque en otros puede desarrollarse en cualquier momento vital.
A partir de ahí, la piel sensible nos acompañará de por vida aunque los tratamientos pueden ayudar a aliviarla y a vivir con aparente normalidad. Entre los síntomas de este problema se encuentran el eccema o la rosácea, condiciones inflamatorias que aparecen como reacción a ciertos ingredientes o productos.
Por otro lado, la piel sensibilizada es un estado pasajero y está ocasionada por factores externos que debilitan la barrera cutánea. Los síntomas son similares a los de la piel sensible, pues aparecen el picor, ardor, escozor y sequedad, etc., pero hay tratamientos que pueden eliminarla.
La piel sensibilizada es un estado pasajero
Entre los motivos que hacen a nuestra piel más sensible, encontramos:
- Exfoliación excesiva, prolongando los tiempos de actuación de los productos señalados en las instrucciones y abusando de las fórmulas con AHA’a o BHA’s. Este problema se puede agravar si utilizamos manoplas ásperas o cepillos faciales sobre la dermis.
- La aplicación de ingredientes irritantes, como el retinol, la vitamina C o los aceites esenciales de los que hay que moderar su uso.
- La utilización de tónicos astrigentes, que secan los granitos y regulan el exceso de sebo.
- Los cambios bruscos de temperatura sobre la piel tienen su efecto en los tejidos cutáneos, bien sea por el frío del invierno, climas secos o duchas con agua muy caliente.
PRODUCTOS RECOMENDADOS
Para tratar las pieles sensibles, el farmacéutico recomienda ir “de menos a más” para fortalecer la barrera cutánea con la rutina diaria. Por eso, entre los pasos a seguir, debemos incorporar un limpiador suave y eficaz, un hidratante que aporte elasticidad y, por último, una crema rica ultracalmante y nutritiva. Y Twelve Beauty tiene la gama que necesitamos con estos tres productos:
- Purifying Cleansing Beauty Cream: una leche limpiadora para depurar en profundidad, de textura cremosa que también hidrata y regenera la piel. Entre sus ingredientes incorpora el escualeno, indicado para renovar y reparar los tejidos cutáneos al mismo tiempo que elimina impurezas.
- Ideal Moisture Level Sérum: es un líquido aceitoso hidro-regulador formulado con ácido hialurónico para aportar humedad a la piel, mientras la protege con una barrera invisible. Además, combate las líneas de expresión suavizando arrugas y protegiendo la dermis contra los agentes externos.
- Nutritive Repair Emulsion: es una crema de consistencia rica que repara la barrera cutánea de manera eficaz. Su fácil absorción regula la sequedad de la piel y su formulación a base de ácidos grasos insaturados, como el ácido linoleico y los fitosteroles, fortalecen los tejidos.
