Diferencias entre piel seca y piel deshidratada: cómo identificarlas y tratarlas correctamente

La piel seca, falta de aceites, es distinta de la piel grasa, falta de agua, y distinguirlas es fundamental para aplicar el tratamiento más óptimo

Diferencias entre piel seca y piel deshidratada (Foto. Freepik)
Diferencias entre piel seca y piel deshidratada (Foto. Freepik)
23 septiembre 2024 | 10:00 h
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La piel es un órgano que tiene características muy diversas en función de cada cuerpo, genética o hábitos de vida. Desde piel grasa hasta piel mixta, son muchos los tipos de dermis que existen, y es importante recalcar que no hay dos iguales. Y tampoco hay sinónimos: piel seca o piel deshidratada no son lo mismo, contrario a lo que pueda parecer. Sí, ambas pieles pueden sentirse parecidas: secas, tirantes y descamadas. Sin embargo, la causa es distinta, por lo que la manera de tratarlas también lo es, como indica Ana Santamarina, experta en dermocosmética y formulación.

La piel seca es un tipo de piel que se encuentra falta de aceites. “Si tienes la piel seca, probablemente sea así siempre. Se trata de un tipo de piel que no produce suficiente aceite, justo al contrario que la piel grasa, que produce un exceso”. Además, estas características no se mantienen inamovibles en el tiempo, de tal forma que, aunque la piel nunca haya sido seca, puede empezar a serlo con la edad. “Porque sí, cumplir años, reseca la piel”, añade la experta, explicando que esto se debe a la menor cantidad de estrógenos producidos. Pero, ¿cómo saber si tengo la piel seca? En realidad, solo hay que fijarse en tres aspectos fundamentales:

  • Al aplicar la crema, esta se absorbe inmediatamente.
  • Los poros no son visibles.
  • Siempre está en ese estado.

"La piel seca es un tipo de piel que no produce suficiente aceite, justo al contrario que la piel grasa, que produce un exceso"

¿QUÉ ES LA PIEL DESHIDRATADA?

Por el contrario, la piel deshidratada, que es un estado, está falta de agua. “Es una condición temporal que puede pasarle a cualquiera, incluso la piel grasa puede llegar a perder demasiada agua y deshidratarse”. No obstante, generalmente la deshidratación es el resultado de una barrera cutánea debilitada, lo que significa que las capas superiores de la piel tienen dificultades para ralentizar la evaporación del agua. Esto se conoce como pérdida de agua transepidérmica o TEWL.

La sobreexfoliación, una limpieza excesiva, la exposición solar prolongada o el clima frío y el viento son algunas de las posibles causas de esta situación. También la calefacción, el aire acondicionado y algunos medicamentos pueden contribuir a la deshidratación de la piel. Aún así, saber si la piel está deshidratada es sencillo:

  • Tienes tirantez u escozor.
  • Las arruguitas finas son temporales y desaparecen cuando logras hidratarla adecuadamente.
  • Tus poros llegan a ser muy visibles.

“Es fundamental elegir un buen limpiador que consiga retirar los restos de suciedad, sebo, polución y maquillaje sin resecar la piel ni que quede tirante”

Pese a todo, se trata de una condición que tiene fácil solución, empezando por evitar las mencionadas posibles causas. Paralelamente a ello, “es fundamental elegir un buen limpiador que consiga retirar los restos de suciedad, sebo, polución y maquillaje sin resecar la piel ni que quede tirante”. La crema hidratante que se elija también determinará los resultados: para piel seca, la fórmula más rica y densa será la indicada, y debe contener, además de ceramidas, mantecas, aceites y ceras. “Para la piel deshidratada, es mejor optar por una fórmula más ligera”, termina Santamarina.

¿QUÉ OTROS MÉTODOS HIDRATAN LA PIEL?

  • Es posible hidratar piel y mucosas con un nutraceútico que contenga activos como aceite de espino amarillo, omegia, nutroxsun o ceramosides.
  • Activos como el retinol, aunque al principio puedan resecar, a la larga hidratan la piel a nivel celular.
  • Utilizar SPF 30 o superior de forma diaria es también de gran ayuda.
  • Un descanso reparador es también esencial para la salud de la piel.
Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.