La situación actual ha modificado nuestra cotidianeidad, y se presume su mantenimiento a largo plazo. Procurarnos los cuidados adecuados, y evitar errores sigue marcando la diferencia para conseguir y mantener una piel sana y bella.
Por ello, Nuria Moncada, especialista de Comfort Zone, nos ayuda a disipar dudas.
Según la experta, limpieza e hidratación con productos adaptados a nuestro tipo de piel deben seguir siendo nuestros básicos a diario mañana y noche.
Al no salir al exterior, podemos pensar que la protección solar es prescindible, aunque si teletrabajamos e invertimos mucho tiempo delante de tablets y móviles, no deberíamos obviarla. La incidencia negativa de la luz HEV (luz azul) de estos dispositivos también tiene un gran impacto en nuestra piel, mermando incluso sus defensas naturales.
Limpieza e hidratación con productos adaptados a nuestro tipo de piel deben seguir siendo nuestros básicos a diario mañana y noche
Por otro lado, estar todo el día en casa puede parecernos positivo para nuestra piel ya que no sufre agresiones del exterior, y entendemos el hogar como un lugar de descanso donde estamos protegidos. Sin embargo, la situación actual hace que estemos más nerviosos e intranquilos, segregamos más cortisol y esto redunda en toda una cascada de reacciones visibles en la piel en forma de erupciones, rojeces, sensibilidad e incluso brotes de acné.
Esto, sumada a las floraciones propias de la primavera que empiezan a llegarnos desde el exterior, pueden hacer que precisemos cambiar a productos calmantes, fortalecedores y reparadores específicos, o al menos, añadir a nuestra rutina un sérum que cumpla estas funciones.
Finalmente, si bien es cierto que pasar todo el día en casa nos deja más tiempo libre que podemos invertir en cuidados puntuales, no es buena idea abusar de peelings y mascarillas. Un exceso de exfoliación puede agredir nuestra piel y desequilibrar su manto ácido natural, favoreciendo todo tipo de reacciones adversas e infecciones.
Abusar de las mascarillas también puede no tener la consecuencia que imaginamos, por lo que mantendremos nuestras pautas de uso habituales de entre 1 a 3 veces por semana. Tampoco es aconsejable recurrir a recetas caseras realizadas con ingredientes que encontramos en la cocina, ya que, aunque nos parezcan inocuos, el pH de la mezcla resultante no está regulado como en un cosmético y puede agredir nuestra piel. Sin embargo, podemos empezar a utilizar mascarillas específicas que sustituyen a la crema de noche a diario.