El SARS-CoV2, virus causante de la COVID-19, tiene una afinidad específica por las células de la superficie del aparato respiratorio, lo que explica por qué la infección produce principalmente síntomas respiratorios.
Tanto deportistas de alto nivel como personas que practican ejercicio por hobby, se preguntan si puede ser peligroso volver a hacer deporte después del COVID. Pues bien, hay estudios que muestran en general, un riesgo bajo, pero no nulo. El riesgo aumenta en función de los síntomas, si estos fueron más o menos graves y si hubo hospitalización. Igual de importante es la intensidad de la actividad física que se realiza.
Por lo tanto, la vuelta a la práctica deportiva dependerá del historial médico, los síntomas y el nivel previo de actividad física.
Volver a hacer ejercicio de manera progresiva es especialmente importante tras esta infección
El Dr. Francisco Martín Gómez, especialista en cardiología y deporte de Melio.es, plataforma online de análisis de sangre personalizados, agrupa en seis claves los consejos para retomar la actividad física tras la COVID-19.
- Los pacientes pueden presentar inflamación en el músculo cardíaco
La afectación cardiaca ha sido estudiada en profundidad en pacientes hospitalizados y según algunos estudios, hasta un 58% de los pacientes con infección por coronavirus presentan inflamación en el miocardio, que se refleja en una resonancia magnética y en alteraciones de algunos biomarcadores relacionados con el corazón. Aunque las consecuencias de esta inflamación son más importantes en los pacientes que presentan factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, personas con diabetes, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, hipertensión arterial u obesidad, existen estudios que afirman que las personas sanas también pueden presentar esta inflamación miocárdica.
- Los deportistas deben someterse a una exploración física
Debido a los escasos registros y evidencias, se recomienda a todos los deportistas que deseen retomar su actividad física tras la infección realizar una historia clínica detallada y una exploración física. En pacientes asintomáticos esta exploración sería suficiente y no haría falta incluir otras pruebas adicionales.
Escuchar al cuerpo y observar las señales de fatiga es esencial y, en caso de que no mejoren o haya una mala progresión, se recomienda contactar con el médico para hacer una evaluación completa y ampliar el estudio si fuese necesario.
- Retomar el ejercicio con prudencia tras la enfermedad
Volver a hacer ejercicio de manera progresiva es especialmente importante tras esta infección. También se debe trabajar de forma progresiva la musculatura respiratoria con ejercicio aeróbico suave durante máximo una hora al día, así como mantener esta progresión y evitar el ejercicio de intensidad moderada-alta al menos durante dos semanas desde el resultado positivo.
- Los infectados con síntomas no deben realizar deporte
Los deportistas infectados por COVID, mientras presentes síntomas y hasta dos semanas después, no deben realizar deporte. Si presentan síntomas de gravedad como dificultad para respirar, cansancio extremo o dolor torácico, es necesario contactar con el médico.
- Los infectados con síntomas leves que sean negativos pueden reanudar la actividad con ejercicios suaves
Los deportistas que han pasado la infección de manera asintomática o leve y sus test son ya negativos pueden reanudar la actividad deportiva con ejercicios suaves tipo yoga, pilates, caminar en la cinta o pedalear.
- Los infectados sin síntomas que siguen siendo positivo deben valorar la existencia de una infección activa o residual
Si tras haberse infectado y haber guardado la cuarentena, el deportista vuelve a dar positivo en un test de determinación directa de COVID (antígenos o PCR), es necesario valorar si se trata aún de una infección activa o es residual, lo cual se puede valorar el médico de referencia con una PCR.