Los retoques estéticos están a la orden del día, bien sea para corregir las imperfecciones o para solucionar problemas que afectan en cierta manera a nuestra salud. Y una de las intervenciones más extendidas es la rinoplastia, consistente en la corrección estética y funcional de la nariz.
La nariz es una de las partes más visibles del rostro y que más inseguridades suele generarnos ya que no es un órgano completamente simétrico, ni mucho menos perfecto. De hecho, la mayoría de la gente suele tener ligeros problemas para una óptima respiración ya que los tabiques desviados son bastante comunes y generan taponamiento nasal.
Paula Gonu es una de las celebrities que acaba de someterse a una rinoplastia para corregir estos aspectos y es que la influencer ha reconocido que podría haber vivido perfectamente con su nariz natural, a pesar de llevar toda la vida con problemas de taponamiento. Pero un “defecto” del lado izquierdo le hizo tomar la decisión.
Así, la influencer ha contado a sus seguidores a través de Instagram cómo está siendo el proceso de recuperación después de pasar por una rinoplastia abierta, un tipo de intervención destinada a solucionar deficiencias funcionales y que también mejora el aspecto físico.
RINOPLASTIA ABIERTA VS. RINOPLASTIA CERRADA, ¿CUÁL ES MEJOR?
Desde Estetic.es ya hemos hablado de los tipos de rinoplastia que existen, practicadas en función de cada necesidad. Será así como el cirujano decida qué intervención realizar: abierta o cerrada.
En el caso de la rinoplastia abierta, se realiza una incisión en la separación de los orificios nasales para acceder a la estructura interna de la nariz y actuar sobre los huesos y cartílagos. Está indicada en los casos en los que hay que trabajar directamente sobre la punta de la nariz, ya que permite una mayor precisión, así como posibilita la colocación de injertos.
Para la rinoplastia cerrada, no se realiza una incisión que levante la piel, sino que el cirujano accede a través de las fosas nasales en un procedimiento mínimamente invasivo. De esta manera, se trata el dorso nasal sin trabajar sobre los músculos de la nariz y evitando tener que realizar reconstrucciones.
La rinoplastia abierta requiere de un cuidado postoperatorio más complejo que la cerrada
La principal diferencia entre ambas rinoplastias es la forma de acceso a la nariz, aunque en ambas se aplicará una anestesia local. Mientras que la abierta es un procedimiento más agresivo y que permite un mayor ámbito de actuación, la cerrada es mucho más sutil y no dejará cicatriz al no haber incisiones externas. Eso sí, las dos rinoplastias están destinadas a mejorar la forma y función de la nariz.
La rinoplastia abierta requerirá de un mayor postoperatorio, puesto que en este caso sí quedará cicatriz. Generalmente suele darse al paciente una férula de plástico para llevar durante una semana, así como un taponamiento durante 4 días para evitar el sangrado. También se requerirá de sesiones de drenaje linfático para acelerar la recuperación. Sin embargo, con la rinoplastia cerrada la única señal que puede quedar es un edema que desaparecerá con los días.
Por más que queramos, será el cirujano el que decidirá qué tipo de rinoplastia practicar, ya que será quien valore cada caso en particular. Dependiendo de las necesidades de cada caso, el experto delimita si tiene suficiente campo de actuación para acceder a la nariz mediante una rinoplastia cerrada o no, pero en cualquier caso, estas intervenciones están cada vez más extendidas y son una intervención muy segura que garantiza unos resultados espectaculares.