La ansiedad puede aparecer en cualquier momento de nuestra vida, como pueden ser varias las motivaciones que nos llevan a estar al límite. Por eso es muy importante conocernos a nosotros mismos, para detectar cualquier señal que nos indique que hay que parar antes de que derive en otros problemas de mayor gravedad.
Núria Gabernet, bióloga y psicóloga integrativa, acaba de lanzar ‘¡Hola, ansiedad!’, una guía en la que no solo explica síntomas y posibles causas sobre esta emoción, sino que precisamente sirve de ayuda al lector porque le propone ejercicios y técnicas para aprender a vivir con ansiedad. Y es que, según la autora, “no es una enemiga que hay que vencer, sino una compañera de viaje que puede conducirnos al bienestar”.
La ansiedad es una emoción negativa, pero no por ello hay que evitarla. El problema es que el discurso estigmatizante e imperante sobre ella ha impedido que tradicionalmente se vea como una especie de 'alarma' del cuerpo, sino más bien como algo que había que ocultar. Esto ha hecho más difícil identificar las causas que pueden originarla “de un modo integrativo y de manera individualizada, para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas”, como indica Núria. No se trata de eliminar la ansiedad, sino de atender a la causa que la esté originando.
“La ansiedad es la mensajera, no el peligro real”
Sentir ansiedad es una de las señales que emite el cuerpo para avisarnos de que hay algo a lo que tenemos que prestar atención y que conviene localizar cuanto antes para no llegar al límite. Una de las principales señales es la sobrecarga mental o emocional, ocasionada por distintos motivos (relaciones o espacios tóxicos, situaciones profesionales, económicas, sociales…).
Pero no debemos eludir estas manifestaciones, bien silenciándolas con pastillas ansiolíticas y alcohol, o bien desviándoles la atención con atracones de comida y sesiones muy intensas de actividad física. Si hacemos esto, “el cuerpo acabará somatizando el problema de otros modos, de manera más intensa y virulenta y con enfermedades varias, que pueden ser más complejas y peligrosas como las enfermedades autoinmunes, problemas cardiovasculares o cáncer”, explica la psicóloga.
¿CÓMO DETECTAR LA ANSIEDAD EN NUESTRO CUERPO?
Núria Gabernet nos da la clave para responder a esta pregunta: familiarizándonos con su lenguaje. Pero detalla que este lenguaje será “específico en cada persona”, por lo que hay que conocerse a uno mismo. Así que, para detectar los primeros indicios de ansiedad en nuestro cuerpo, hay que prestar atención a qué sensaciones sentimos y cómo se muestran en sus estadios más incipientes o menos molestos. “Comprender la ansiedad es una viaje íntimo, que puede convertirse en una experiencia sanadora y muy reveladora”, comenta la autora.
Para tratar la ansiedad es recomendable asistir a un especialista, pero llevar hábitos de vida saludables nos ayudarán a reducir los niveles de estrés. Además de cuestiones básicas como introducir una alimentación equilibrada que deje fuera los productos ultraprocesados y rutinas de ejercicio físico, Núria Gabernet recomienda en ¡Hola, ansiedad! el contacto con la naturaleza. Por otro lado, la meditación “puede conducirnos a estados de paz mental, armonía y bienestar”, concluye la experta.