Con la llegada del verano, muchas personas aseguran sufrir una mayor caída capilar. La causa puede deberse a factores estacionales, genéticos o emocionales.
Un estilo de vida saludable y una buena higiene capilar son la clave para prevenir la salud de nuestra melena. Con las temperaturas cada vez más altas, son muchos los que lavan su cabello con más frecuente y el agua más fría, esto puede beneficiar a la melena, pues aclarar el champú con agua muy caliente es un error. Sin embargo, averiguar la causa de la caída es la mejor manera de achacar el problema.
La Dra. Leire Barrutia, dermatóloga (@dermisphere) explica a través de sus redes sociales las causas más frecuentes de la caída capilar y cómo podemos tratar cada una de ellas.
De media se nos caen entre 100 y 200 pelos al día "sin motivo"
La dermatóloga insiste en que el primer paso para abordar la caída del pelo es determinar cuánta cantidad se nos cae. “A veces pensamos que cualquier caída es por algún problema”. Es normal observar la caída de algunos pelos a diario, pero conviene saber qué cantidad es normal y cuál no.
CAÍDA NORMAL
Y es que, no tenemos porque sufrir una patología para que se nos caiga el pelo, porque en un día normal tendemos a perder entre 100 y 150 cabellos de manera normal. Estos no se caen de forma regular cada día, sino que se deprenden cuando nos lavamos el pelo. Por eso, Leire aclara que si nos lavamos el cabello cada tres días, podemos observar como nuestro cabello se cae en mayor medida: “Se caen los 500 que les tocaba los días anteriores”.
Sin embargo, cuando hay un motivo detrás, estas son las causas más frecuentes son el efluvio telógeno y la alopecia androgénica.
EFLUVIO TELÓGENO
Es una pérdida temporal y difusa, normalmente se reparte de manera proporcionada por todo el cabello y raramente acaba en una calvicie total. Concretamente, tiene lugar cuando la mayor parte de los pelos que no se encuentran en fase de caída, entran un porcentaje muy alto en fase de caída. Entonces, comienzan a desprenderse y la melena pierde densidad.
Su origen suele estar propiciado por el estrés puntual para el cuerpo: “Puede ser estrés emocional, una cirugía, una enfermedad y vemos que la caída empieza unos dos o tres meses de este evento”, enumera la dermatóloga. La parte positiva es que es reversible, con la ayuda de un tratamiento y un diagnóstico temprano, se puede recuperar el cabello perdido.
Por otro lado, existe la tipología del efluvio telógeno crónico, que está ligada a las carencias, por ejemplo de hierro. En ese sentido, adoptar un estilo de vida saludable es clave para la prevención, al igual que la implementación de suplementos de zinc, hierro o vitaminas del grupo B, que son beneficiosas para el fortalecimiento de los folículos pilosos.
En el caso de las mujeres, puede también puede estar asociado a alteraciones hormonales, como un embarazo o uso de anticonceptivos, o metabólicas, como una enfermedad tiroidea. En ese sentido, Leire recomienda acudir al médico para realizar una analítica y descartar carencias u otros factores hormonales.
ALOPECIA ANDROGÉNICA
La causa de esta forma de alopecia es de origen hormonal, concretamente está en el estimulo de las hormonas masculinas en la raíz del pelo.” Puede ocurrir tanto en los hombres, que es más frecuente, como en las mujeres”, señala Barrutia.
Es la forma de calvicie más común y tiene un patrón localizado, de forma que aparece en determinas zonas mientras aumenta con el paso del tiempo.