La muerte de la influencer brasileñaLygia Fazio después de luchar contra las terribles consecuencias de unos inyectables en los glúteos realizados con PMMA ha hecho saltar de nuevo las alarmas sobre los tratamientos estéticos realizados en clínicas sin certificación. En el caso de Lygia, su cuerpo había absorbido el PMMA causándole fuertes infecciones que la habían mantenido ingresada en el hospital durante 100 días. Finalmente, su cuerpo no pudo superar las consecuencias y sufrió un derrame cerebral letal.
La causa de todos los problemas que han llevado a la modelo a perder la vida viene por el uso del PMMA como material de relleno corporal. De ahí nace también la preocupación alarmante entre dermatólogos y cirujanos, pues ya no se usa como inyectable en otra zona del cuerpo que no sea el rostro, tal y como nos confirma Verónica López Couso, médico estético, alergóloga y especialista en tratamientos inyectables faciales en la Clínica Dermatológica Internacional.
Según la experta, este material es una especie de plástico que se emplea con fines industriales, pero que hace tiempo se utilizaba como inyectable por su carácter permanente. A día de hoy sólo está indicado para rellenos faciales, pues tiene una cantidad límite para inyectar: 2 o 3 mililitros como máximo. De ahí que no esté indicado en ninguna otra zona del cuerpo.
INYECTABLE DE PMMA MUY EXCESIVO
Sin embargo, hace uno meses la influencer brasileña confesaba en una entrevista que años atrás se había puesto 450 mililitros de PMMA en cada glúteo, una cifra muy superior a la recomendada, pero con la que conseguir la voluminosidad deseada. “Es un locura”, declara la doctora. Ante esta desorbitada diferencia, las consecuencias para la salud de Lygia fueron muy complicadas.
"Que la gente huya de los rellenos permanentes"
Cuando el PMMA entra en el cuerpo, así como cualquier otro inyectable, el organismo reacciona. El material se microencapsula, haciendo “pequeñas esferas que se difuminan a todas las capas desde donde se ha inyectado, atravesando el músculo y, muchas veces, llegando a pasar al torrente sanguíneo”. Posteriormente, el cuerpo genera calcio, que traspasa a la sangre y puede provocar coágulos, cálculos renales y muchos más problemas derivados.
REGIÓN GLÚTEA, UNA ZONA COMPLICADA
La especialista nos confirma que “hoy en día en casi ningún sitio de España se usa”, pero es cierto que se vende como ‘permanente’ porque nuestro cuerpo tarda mucho más tiempo en degradarlo. Por lo tanto, “dura más que un ácido hialurónico normal”. En cualquier caso, Verónica recomienda utilizar únicamente ácido hialurónico para ampliar glúteos, ya que “es una zona bastante peligrosa para inyectar y necesitamos productos que se reabsorban prácticamente en su totalidad para que no hagan daño a las estructuras”.
Además, la experta hace hincapié en que la región glútea es complicada a la hora de realizar tratamientos inyectables porque “tiene tres grandes vasos quesalen de ahí y existe mucho riesgo de infección y de colapsarlos con el producto que se ponga”. “Necesitamos un producto que sea fuerte para poder dar ese volumen pero que a la vez, si pasa cualquier cosa, lo podamos disolver. Y el único que tengamos a día de hoy que podemos disolver en el acto es el ácido hialurónico”, concluye.
En cualquier caso, la doctora recuerda que son prácticas ya antiguas y que en centros certificados los riesgos están bajo control. También piensa que hay un interés económico detrás, pero cuando de salud se trata, lo primordial es respetar el bienestar del paciente. Por eso, hace un llamamiento y pide “que la gente huya de los rellenos permanentes”, pues actualmente casi todos están prohibidos al ser muy inseguros.