Tener una rutina de entrenamiento y cumplirla es algo a lo que todos aspiramos. Poseer la fuerza de voluntad suficiente para crear un hábito es el único método que asegura una eficacia del cien por cien para lograr resultados. Sin embargo, aún son muchas las creencias que rodean nuestra rutina y pueden contaminarla, haciendo parecer que todas las horas que echamos entrenando no valgan para nada.
Por ello, Luis Fabián Bene, entrenador personal de la app de bienestar líder Gympass, no explica cuáles son las falsas creencias más comunes que muchos llevamos a cabo.
1. Cuanto más sudas pierdes más grasa. Este es uno de los mitos más comunes que rodean el mundo del fitness, y poco tiene que ver con la realidad. La sudoración es un proceso que varía mucho de una persona a otra, por lo que no es significativo de nada más allá de la pérdida de agua. Y es que perder agua no es adelgazar en términos prácticos.
Son muchas las creencias que rodean nuestra rutina y pueden contaminarla, haciendo parecer que todas las horas que echamos entrenando no valgan para nada
2. Hacer pesas solo significa aumentar músculo. Este es el principal motivo por el cual muchas mujeres se niegan a realizar ejercicios con pesas. Esta clase de ejercicios no solo sirven para el aumento de masa muscular, sino que tonifican todo el cuerpo y son lo que marcan la diferencia entre un culo caído y uno firme.
3. Para tener glúteos es necesario hacer elíptica. Esto está directamente relacionado con lo anterior, ya que la firmeza se gana con los ejercicios de peso. Esto no significa tener que levantar cargas grandes, sino que obliguen al músculo a realizar un esfuerzo de fuerza.
4. Mejor hacer ejercicio por la mañana que por la tarde. La mejor forma para hacer ejercicio es aquella que tu cuerpo perciba mejor. Cada cuerpo es único y cada persona tiene su propio reloj biológico. Por lo tanto, la mejor hora es aquella en la que seas consciente del ejercicio que estás haciendo y lo conviertas en un hábito.
5. No es necesario hacer pierna si haces cardio. No tienen nada que ver. Es cierto que correr de forma regular fortalece las piernas, pero entrenarlas es una acción muscular muy diferente, ya que estabiliza el cuerpo y mejora la postura de la espalda.