En los últimos años, el término microbioma se ha ido popularizando, debido a un cambio de tendencia de la sociedad hacia la búsqueda de la salud y el bienestar. Este ecosistema invisible de bacterias y hongos debe mantener su equilibrio para que todo en nuestro organismo funcione correctamente. Pero, ¿sabías que el equilibrio de estos microorganismos también podría estar detrás de un cabello más sano? El microbioma, tanto intestinal como del cuero cabelludo, afecta tanto a problemas comunes como la caspa y el exceso de grasa como a la fortaleza y crecimiento del cabello.
“El microbioma es un conjunto de microorganismos, como bacterias y hongos, que hay en un determinado lugar”, explica para Estetic.es el doctor Óscar Muñoz, dermatólogo de la AEDV. En concreto, señala que, cuando se habla del microbioma del cuero cabelludo, se hace referencia a aquellos microorganismos que habitan en la zona de nuestra cabeza. Aunque también podemos hablar de parásitos, como los piojos, generalmente afectan los hongos y las bacterias.
“El hongo malassezia puede crecer porque el resto de microorganismos que lo controlan han disminuido”
Para entender cómo este conjunto de seres vivos tiene la capacidad de determinar la salud de nuestro pelo, primero hay que entender sus características. “El cuero cabelludo es una parte de la piel que, habitualmente, tiene un mayor contenido en grasa superficial y más humedad, además de ser una zona más calurosa que otras partes del cuerpo”. Esto se traduce en una mayor proliferación de organismos, especialmente de hongos.
Dichos hongos están implicados de forma directa en la dermatitis seborreica: cuando hay sobrecrecimiento del hongo, aparece la caspa. “El hongo malassezia puede crecer porque el resto de microorganismos que lo controlan han disminuido”. ¿Qué va a provocar está situación? Más caspa, picor y un mal aspecto debido a la presencia de caspa en la ropa. Sin embargo, no todo son malas noticias, pues se puede prevenir.
“Esta es una de las principales razones por las que, para un adecuado cuidado del cuerocabelludo, es fundamental tener una higiene ideal”. El experto indica que, en líneas generales, una buena higiene pasa por el lavado de pelo diario en pelo muy corto y lavado de pelo de, al menos, tres veces por semana en pelo largo. “En función de la cantidad de sebo del cuerocabelludo del paciente, se utilizarán champús con más o menos capacidad para arrastrar los ácidos grasos que se liberan de forma habitual en el cuero cabelludo”.
Esto es así porque los hongos se alimentan directamente de diversos ácidos grasos, implicados en la regulación del microbioma, que se liberan de forma habitual en el cuero cabelludo. “Con la limpieza habitual, disminuimos la grasa para que los hongos no se puedan alimentar”.
EL MICROBIOMA INTESTINAL, FUNDAMENTAL PARA LA SALUD CAPILAR
El conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino es relevante para enfermedades de tipo autoinmune, como la alopecia areata. “Hay evidencia de que, en pacientes que tienen alteración del microbioma intestinal, se altera la maduración de algunos linfocitos”. Como maduran de forma distinta, el doctor explica que pueden aparecer episodios de autoinmunidad, es decir, el linfocito se confunde y ataca al paciente. “En este caso, al pelo”.
Además, si hay inflamación rodeando los folículos, puede aparecer el efluvio o caída del cabello. “El cuerpo puede atacar a los folículos, favoreciendo esta caída capilar. Aunque luego volverá a aparecer el cabello, el paciente pierde volumen en el proceso”. Por otro lado, la inflamación mantenida en gente que no se lava el pelo y mantiene la caspa, puede acelerar el proceso de alopecia androgénica.
“Con la limpieza habitual, disminuimos la grasa para que los hongos no se puedan alimentar”
Finalmente, el experto menciona otra patología, relativamente habitual en el cuero cabelludo, conocida como foliculitis crónica del cuero cabelludo o acné del cuero cabelludo. Esta condición también tiene que ver con el microbioma de nuestro cuerpo, pues está asociada a bacterias como el Staphylococcus aureus o el Cultibacterium acnes, que se encuentran en el folículo.
Cuidar el equilibrio del microbioma del cuero cabelludo es clave para mantener la salud capilar. La higiene adecuada, adaptada al tipo de cabello y nivel de producción de sebo, permite controlar el crecimiento de microorganismos como hongos y bacterias, evitando problemas como la caspa, la inflamación e incluso la caída del cabello. Así como el microbioma intestinal influye en nuestra salud general, el equilibrio del microbioma capilar impacta de forma directa en la apariencia y vitalidad de nuestro cabello. Mantenerlo en armonía es una estrategia efectiva y natural para disfrutar de un cuero cabelludo saludable y un cabello fuerte.