Este es el método revolucionador que utiliza Chris Hemsworth después de sus entrenamientos

Se trata del protocolo Wim Hof, que propone enfocarse en la respiración mediante una hiperventilación controlada y terminar sumergido en baños de hielo

Chris Hemsworth (Foto. @chrishemsworth)
Chris Hemsworth (Foto. @chrishemsworth)
Verónica Serrano
5 septiembre 2023 | 15:00 h

Ya es sabido por todos que practicar deporte es un ‘must’ en la rutina diaria de Chris Hemsworth. Es un gran aficionado al surf, a montar en bicicleta y a correr por la playa, pero unas horas de gimnasio nunca fallan. Y después de un buen entrenamiento, debe llegar la vuelta a la calma para recuperar los músculos y afrontar el resto del día. En esto, el intérprete de ‘Thor’ también tiene mucho que enseñarnos, pues confía en un método wellness único y revolucionario. 

Se trata del método Wim Holf, una técnica ideada por el deportista originario de los Países Bajos Wim Holf, apodado como ‘Iceman’ (‘hombre de hielo’ en castellano) y que consiste en controlar la respiración y exponerse físicamente al calor y al frío como terapia de choque. Él mismo lo ha explicado así a través de Instagram, acompañando el texto de unas imágenes en el que se introduce en agua de hielo después de haber pasado por la sauna:

"No hay mejor manera de terminar un entrenamiento. Combinar la sauna con un baño de hielo es una forma eficaz de mejorar la circulación, reducir la inflamación, acelerar la recuperación muscular y elevar tu estado de ánimo. El calor de la sauna hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que mejora el flujo sanguíneo y reduce la inflamación. El frío del baño de hielo hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que mejora la circulación y reduce el dolor muscular. Este contraste entre temperaturas calientes y frías ayuda a mejorar la recuperación general y reducir el riesgo de lesiones".

MÉTODO WIM HOF: PASO A PASO

Desde Reto48, su cofundadora Sara Álvarez explica en qué consiste esta terapia que no lleva más de 20 minutos. La primera parte del método se enfoca en la respiración mediante una hiperventilación controlada, inspirada en una práctica de meditación de los monjes tibetanos: “Mediante estas respiraciones aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, se contraen los vasos sanguíneos, aumenta la temperatura corporal y mejora la capacidad de transporte de oxígeno en los pulmones”.

Por otro lado, la sangre se enriquece con más oxígeno en menos tiempo, mientras que el dióxido de carbono se elimina. A consecuencia de esto, se produce un ambiente alcalino en la sangre y se reduce la acidificación del cuerpo entre otros muchos beneficios”. Esta respiración debe mantenerse hasta que pueda realizarse sin dificultad. “Lo ideal es practicarla tumbados, en un entorno seguro, con el estómago vacío y por supuesto dejar la mente en blanco y tratar de meditar”, añade Álvarez.

"No está indicado para personas con problemas cardiovasculares graves, mujeres embarazadas o personas con epilepsia"

Cuando ya se tengan controladas las respiraciones, entonces se podrán empezar las inmersiones en frío de forma progresiva. Al principio, recomienda Sara Álvarez, “basta con terminar tu ducha normal con 20-30 segundos de agua fría, hasta que lleguemos a darnos la ducha completa con agua fría desde el principio. Aquí es importante entender que más no es mejor. Si por ejemplo hacemos una inmersión en una bañera, con 2 minutos sería más que suficiente para obtener todos los beneficios”. Durante estos baños, habrá que continuar con otro tipo de respiraciones. Ahora será una respiración nasal, lenta y con inhalaciones y exhalaciones largas y profundas.  

BENEFICIOS DEL MÉTODO WIM HOF

Según la experta, esta técnica “refuerza el sistema inmunitario, incrementa el rendimiento deportivo, reduce la inflamación, aumenta la energía, la atención y la focalización, mejora de la calidad del sueño y la concentración, reduce el estrés favorece una mayor regeneración de los tejidos y una activación del tejido adiposo marrón”. Por todos estos motivos, Álvarez cree que “no es una moda más”, ya que el método Wim Hof nos entrena para que cuerpo y mente reaccionen y se fortalezcan frente a “estímulos adversos controlados”.

Eso sí, desde Reto 48 nos recomiendan aprenderlo siempre de la mano de un instructor certificado. Y dado que es un método rompedor y que lleva a nuestro cuerpo a experimentar sus límites, también insisten en que “lo ideal sería que te comprometas contigo mismo a hacerlo durante 30 días. Pasado ese tiempo ya puedes sacar conclusiones personales y decidir si quieres seguir como siempre o si, en cambio, quieres cambiar y generar un impacto positivo sobre tu salud en tu vida”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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