En un mundo cada vez más acelerado y sobrecargado de información, los problemas de ansiedad de las personas comienzan a ser el tema principal. Esto, inevitablemente, ha hecho que aprender a gestionar los pensamientos y entender cómo mantener el enfoque se haya convertido en una tarea prioritaria. Sin embargo, no siempre se dispone de las herramientas adecuadas para lograr esto. Por ello, el psicólogo experto en ansiedad, Rubén Casado, presenta en su nuevo libro ‘Mente de mono, cerebro de vaca’, su método para conseguir poner freno a una mente inquieta.
De hecho, la inspiración para el libro, como comenta en Estetic.es, surge de su propia experiencia personal y profesional con la ansiedad. “En mi práctica, he observado cómo la mente puede llegar a convertirse en un campo de batalla”. El propio título, ‘Mente de mono, cerebro de vaca’, es una forma de ilustrar lo que viven las personas con ansiedad: la mente del mono es inquieta, salta de pensamiento en pensamiento, mientras que el cerebro de vaca representa la rumianción, “esta tendencia a masticar una y otra vez los mismos pensamientos”.
“En mi práctica, he observado cómo la mente puede llegar a convertirse en un campo de batalla”
Para ayudar a las personas a “gestionar ese ‘zoológico’ mental y poder retomar el control”, Rubén Casado publica ahora este libro. Pero, ¿de dónde viene toda esta ansiedad? El psicólogo señala que la preocupación y la rumiación fueron esenciales para la supervivencia de nuestros antepasados. “Sobrevivían los que tenían soluciones, dormían con un ojo abierto o revisaban la fecha de caducidad de los alimentos”. Sin embargo, se enfrentaban a amenazas tangibles como animales salvajes, hambre o el clima. “Su ansiedad estaba orientada hacia la supervivencia inmediata”.
El problema radica en que, en la actualidad, estos mecanismos pueden volverse en nuestra contra, debido a preocupaciones por amenazas abstractas y crónicas, “como un correo de trabajo o una crítica en redes sociales”. Rubén Casado apunta que nuestro entorno sobrecarga la mente con información y expectativas constantes. “Las redes sociales o los correos electrónicos activan los mismos mecanismos de alerta que un león, pero sin una salida clara. Esto nos deja en un estado de alerta permanente, algo que nuestros cuerpos no fueron diseñados para soportar a largo plazo”.
¿CÓMO AFRONTAR ESTA SITUACIÓN?
El ejemplar de RubénCasado propone un método basado en entender que no somos nuestros pensamientos, sino que somos quienes los generamos. “Es esencial aprender a observar los pensamientos sin dejarnos arrastrar por ellos”, indica. Así, a través de técnicas como la metacognición, se invita al lector a convertirse en un observador de sus pensamientos y emociones, para romper el ciclo de preocupación y rumiación. “Esto se complementa con ejercicios prácticos basados en terapias contextuales, como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la Terapia Metacognitiva”.
Además, la terapia cognitivo-conductual (TCC) también juega un papel fundamental en el enfoque para tratar la ansiedad, pues ofrece herramientas para identificar y cuestionar los pensamientos automáticos que suelen generar angustia. “A través de ejemplos prácticos, muestro cómo el lector puede desafiar estos pensamientos y reemplazarlos por otros más realistas y útiles.
ERRORES Y SOLUCIONES EN EL MANEJO DE LA ANSIEDAD
Rubén Casado explica que, a la hora de intentar manejar la ansiedad, se cae en el error de tratar de suprimir los pensamientos ansiosos o las emociones incómodas. “Es como intentar mantener una pelota bajo el agua, eventualmente saldrá con más fuerza”. Así, la supresión genera más tensión y hace que los pensamientos regresen con mayor intensidad. Por otro lado, interpretar la ansiedad como algo que debe ser eliminado a toda costa es también un error común, ya que genera una gran lucha interna que, en vez de aliviar, incrementa el sufrimiento.
“La sobreidentificación con los pensamientos ansiosos, o creer que son hechos o verdades inalterables, es también un fallo que cometemos”
“La sobreidentificación con los pensamientos ansiosos, o creer que son hechos o verdades inalterables, es también un fallo que cometemos”. Esto contribuye a una mayor angustia, pues no se cuestionan las interpretaciones que hace la mente. “La clave no es evitar la ansiedad, sino aprender a convivir con el malestar de una forma más saludable”. Entonces, ¿qué podemos hacer?
“Para alguien que se siente abrumado por el constante ruido mental, le aconsejaría crear espacios de silencio, pequeños momentos a lo largo del día donde desconectar”. Además, la práctica de la atención plena o mindfulness también es muy útil, y las ‘dietas de información’ pueden ser beneficiosas. Adoptando estos consejos y empleando el método explicado en ‘Mente de mono, cerebro de vaca’, podemos luchar contra la ansiedad y cambiar cómo interactuamos con nuestros pensamientos.