Las mascarillas ya forman parte de nuestro día a día y todo apunta a que tendremos que acostumbrarnos a usarla los próximos meses. Ante esta situación, nos surgen dudas de cómo compaginar este elemento de protección con nuestra habitual rutina de belleza y cuidado facial.
''Las mascarillas disminuyen la transpiración, algo que puede provocar alteraciones en la piel como enrojecimientos o granitos por el sudor'', indica Reme Navarro, farmacéutica y cofundadora de Mifarma.
Para que el uso de estas protecciones no tenga efectos visibles en el rostro, Mifarma recomienda tener en cuenta tres claves.
1. Protégete del virus... pero también del sol. Las mascarillas no evitan que estemos expuestos a los efectos de los rayos UV. Por eso, en nuestras primeras salidas, debemos aplicarnos una adecuada protección solar. ''Nuestra piel está mucho más sensible, por la falta de exposición al sol durante la alerta sanitaria. Por eso, sea cual sea nuestro fototipo, recomendamos escoger una protección alta (SPF50) para estos primeros días'', indica Reme Navarro.
Las mascarillas ya forman parte de nuestro día a día y todo apunta a que tendremos que acostumbrarnos a usarla los próximos meses
El protector solar SPF50 de Tropicania se convierte en el perfecto aliado gracias a su fotoprotección tan alta, pensada para todo tipo de pieles, con una textura fresca y ligera que deja la piel matificada y sin brillos.
Asimismo, Heliocare 360º SPF50 también nos ofrece un producto muy adecuado gracias a su rápida absorción, el cual además previene y retrasa el fotoenvejecimiento celular.
2. Hidratación extra para reducir la irritación. Si tienes la piel sensible, la fricción continuada en los pómulos, barbilla y nariz puede provocar pequeñas irritaciones. Para evitarlo, hay que prestar especial atención a la hidratación del rostro. ''Existen lociones que por su formulación pueden calmar la piel a la vez que la hidratan. Si no es suficiente, se puede aplicar vaselina en las zonas de mayor roce'', señala Reme Navarro.
Básico es poder tener siempre a mano un bálsamo reparador calmante; el Cicaplast Baume B5 de La Roche Posay favorece la recuperación de la piel sensible tras irritaciones y alteraciones epidérmicas.
Y como pomada, la reparadora de Eucerin Aquaphor, indicada para acelerar la regeneración de la piel muy seca, dañada o irritada. Su formulación sin agua, a base de parafina, crea una barrera que protege la piel y mantiene húmeda la zona dañada con el fin de acelerar su regeneración.
Si tienes la piel sensible, la fricción continuada en los pómulos, barbilla y nariz puede provocar pequeñas irritaciones
Las orejas pueden ser una de las partes que más sufran ahora que nos vemos obligados a llevar las mascarillas de forma diaria; para este caso, añadir un par de gotas a la crema hidratante, consigue darle más fuerza. Un ejemplo es el aceite de ricinio Bio 100% puro de Mifarma.
Para finalizar, y completar el ciclo de hidratación, es aconsejable recurrir a una mascarilla de noche hidratante que aporte frescor y calmela piel; un ejemplo puede ser la mascarilla de agua de noche Uriage, que ayuda a reconstruir la barrera cutánea para mantener un nivel de hidratación óptimo, obteniendo una piel descansada, fresca, hidratada, flexible y suave al despertar.
3. Di ''no'' al maquillaje untuoso. El maquillaje no es incompatible con el uso de la mascarilla pero no es lo más recomendable, puesto que la mascarilla puede verse afectada al mancharse y disminuya su efectividad.
Lo ideal es que podamos sustituirlo por un fotoprotector con color como es el de Isdin 50 Fusion Fluid Color. En caso de que prefiramos seguir optando por el maquillaje, lo mejor es que sea fluido en lugar de en polvos como lo es el maquillaje con textura ultraligera de Isdin, que consigue un acabado natural durante todo el día.
''Estos días, por el ambiente seco de nuestros domicilios, nuestra piel puede estar más sensible, por lo que debemos adaptar nuestros productos para proteger la piel y evitar granitos y rojeces'', añade Reme Navarro.