La Navidad, además de ser una época de vacaciones y reencuentros con nuestros familiares y amigos, es también una fecha en la que los excesos (que todos cometemos) pueden suponer un riesgo para nuestra salud. Comemos y bebemos más de lo que deberíamos y eso es en gran parte la causa de futuros problemas.
Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, los españoles engordamos de dos a cuatro kilos de media cada Navidad. Y es por lo general, en estas fechas tan señaladas recurrimos a menús más elaborados (con todo lo que ello implica), dulces, postres y aperitivos que en muchas ocasiones son de todo menos saludables.
Entre las consecuencias más frecuentes cuando pasan los días de Navidad se encuentran las típicas frases de “he ganado mucho peso, me tengo que poner a dieta”, el aumento del colesterol, el azúcar, el ácido úrico o la mayor retención de líquidos, lo que implica un aumento del riesgo cardiovascular.
Todos los problemas tienen solución y aplicar unos hábitos saludables durante estas fechas puede ser la solución para evitarlos (y todo ello disfrutando igualmente).
Cocina de manera saludable. Está claro que no podemos arrastrar a toda nuestra familia a comer de manera saludable, por eso los días que no tengas eventos aprovecha para cuidar tu alimentación. Aprovecha para cocinar al horno, vapor o la plancha. Y evita el consumo de productos demasiado dulces o con excesos de grasa.
Bebe mucha agua. Todos sabemos que el agua es muy beneficioso para la salud, de hecho se recomienda beber alrededor de ocho vasos de agua al día. Durante estas fechas con más motivos deberías tomarlo ya que ayudara a facilitar el tránsito intestinal y a hidratar el organismo.
Toma frutas y verduras. De nuevo, aprovecha los días que no tengas eventos para consumir frutas y verduras que te permitan desintoxicar el organismo y de paso controlar el colesterol.
Controla la cantidad de dulces. Reconozcámoslo, si por algo nos gusta la navidad (además de cuestiones obvias) es por los dulces típicos de esta fecha como los turrones, mazapanes o el roscón de reyes. Por supuesto, no tienes que prohibirte su consumo, todo lo contrario puedes y debes consumirlos, pero siempre sabiendo cuando debes dejar de hacerlo.
Reduce el consumo de alcohol. Al igual que sucede con los dulces, es inevitable no tomarse una copa después de la cena o comida con los familiares o al salir con los amigos. Tampoco tienes que prohibírtelo, pero lo recomendable es reducir su consumo, además que no nos aporta nada bueno para el organismo (además de una buena resaca).
Haz todo el ejercicio que puedas. La navidad está repleta de actividades que hacer. Desde ir a visitar las luces de las principales ciudades con la familia, hasta practicar deportes como el patinaje sobre hielo o simplemente salir a pasear. Y si te apetece quedarte en casa, propón juegos donde moverse sea el principal objetivo. No existen excusas para quedarnos tumbados sin nada que hacer.