Dentro de las enfermedades de la piel, encontramos algunas de carácter infeccioso como las víricas, las bacterianas o las fúngicas, pero también existen algunas otras como las alérgicas o las de carácter inmunológico. El liquen plano oral corresponde a este último grupo, una patología crónica y aún bastante desconocida que deja unas lesiones muy características en la piel de la boca, denominadas estrías de Wickham.
¿QUÉ ES EL LIQUEN PLANO ORAL?
El liquen plano oral es una enfermedad inflamatoria de la piel y de las mucosas que se manifiesta en la cavidad bucal, principalmente. Esta afección se clasifica dentro de las enfermedades autoinmunes y se caracteriza por la aparición de estrías blancas, reticulares o encaje en la superficie de las lesiones orales. Todo apunta a que la inflamación que caracteriza a la enfermedad puede ser causada por algunas sustancias químicas o biológicas, a las que el cuerpo reacciona con alteraciones en el funcionamiento de las células T (glóbulos blancos).
El liquen plano oral es una alteración localizada del sistema inmune
El patrón en forma de red que originan las lesiones del liquen plano oral es lo que se conoce como estrías de Wickham, nombradas así en honor al dermatólogo británico que las describió por primera vez en el siglo XIX. Se trata de una de las enfermedades no infecciosas más frecuentes de la mucosa oral (afecta a entre el 0,2 y el 1,9% de la sociedad) y, si bien no es contagiosa, su manifestación puede ser muy incómoda en la mayoría de los casos, aunque no peligrosa.
La etiología del liquen plano oral es desconocida, aunque entre los factores de riesgo se ha estudiado la predisposición genética. También se ha observado que afecta a mayor número de mujeres que a hombres, por lo que puede que los factores hormonales tengan algo que ver en el desarrollo de la enfermedad. En cualquier caso, se trata de una alteración localizada del sistema inmune, que no tiene efectos en la inmunidad del conjunto del organismo de los pacientes.
LAS ESTRÍAS DE WICKHAM, CLAVE EN LOS SÍNTOMAS Y EL DIAGNÓSTICO
Entre las manifestaciones orales más frecuentes del liquen plano oral, destacan las estrías de Wickham. Son unas líneas blanquecinas que forman un patrón reticular en la superficie de las lesiones. Aunque pueden aparecer en cualquier parte de la cavidad oral, son más frecuentes en las mejillas, la lengua y las encías. Estas estrías son consideradas una característica distintiva del liquen plano oral, por lo que el diagnóstico de la enfermedad se basa en la identificación de estas manifestaciones clínicas.
Cuando las estrías Wickham son de tono blanquecino, no suelen presentar sintomatología. Pero si su aspecto es rojizo, además de las lesiones pueden aparecer escozor o ardor, e incluso derivar en problemas de encías si se manifiestan en la zona.
El liquen plano oral afecta a entre el 0,2 y el 1,9% de la sociedad
El diagnóstico es clínico y se realiza con el examen de las lesiones. No obstante, el especialista puede servirse de una biopsia para confirmar la enfermedad pues, a menudo, suele confundirse con otras patologías orales. Además, los estudios inmunohistoquímicos también pueden ser de gran ayuda para diferenciar el liquen plano de otras afecciones orales con manifestaciones similares. En estos estudios se utilizan anticuerpos para detectar proteínas específicas, enzimas y otras moléculas en las células de las muestras de tejido. Cualquier cambio en las células que puede indicar la presencia de liquen plano oral.
TRATAMIENTO DEL LIQUEN PLANO ORAL
En cualquier caso, el diagnóstico temprano es fundamental para evitar una posible evolución maligna de la enfermedad. Con una respuesta adecuada se pueden controlar los síntomas del liquen plano oral y mejorar el pronóstico y calidad de vida de los pacientes, aunque en los cuadros asintomáticos, lo más habitual es que no se necesite tratamiento. La enfermedad podría controlarse por sí sola.
Las lesiones de aspecto blanquecino suelen ser asintomáticas, mientras que las estrías de tono rojizo presentan dolor y escozor
Cuando sí se necesite tratamiento médico, suelen utilizarse los corticosteroides tópicos, que ayudan a reducir la inflamación y el dolor. En los casos más graves, los inmunosupresores también son una opción clínica.
En función del cuadro que presente el paciente y del tiempo en que haya tardado en ser diagnosticado, la inflamación puede tardar en desaparecer meses e incluso años. Lo importante es obtener una valoración médica cuanto antes y seguir las recomendaciones que, además del tratamiento, incluirán una higiene adecuada de la boca y una alimentaciónsaludable en la que los alimentos picantes, cítricos, alcohol o aquellos que puedan causar alergias, como los frutos secos, deben evitarse para minimizar las lesiones orales. El tabaco también está contraindicado.