Hace unos meses Ana Peleteiro se convertía en madre y desde entonces, su vida ha cambiado por completo. La maternidad ha supuesto para ella un mundo nuevo desde el minuto uno y ya decía del parto que había sido “el día más duro y maravilloso por partes iguales de mi vida”. La deportista olímpica está acostumbrada a la alta presión, pero ser madre es otra carrera de fondo.
Y no sólo por cuidar de un bebé siendo madre primeriza, sino por todos los cambios que implican para la mujer. Hace poco, la atleta se abría en canal y explicaba a través de su Instagram que había tenido problemas de autoestima desde el nacimiento de Lúa: “Me costó muchísimo volver a mirarme al espejo… Falta de sueño, subida de la leche, estrés, kilos de más que hacían que no reconociera mi propio cuerpo… Y cientos de sentimientos que crearon en mí inseguridades, dudas y un poco de tristeza”, decía a sus seguidores.
Los cambios en el cuerpo son una de las principales causas que más preocupan a las futuras mamás y estas dudas también las ha sentido la joven gallega, incluso desde el inicio del embarazo. Pero “en el posparto esas dudas aumentaron en un 200%”, explicaba, pues se compraba con otras chicas que se habían recuperado “en un abrir y cerrar de ojos”, y no entendía por qué su cuerpo “no volvía a su sitio con la misma rapidez”, a pesar de haber estado entrenando durante el embarazo y no haber cogido mucho peso.
Afortunadamente, Ana Peleteiro se ha vuelto a encontrar consigo misma y explica que “la Ana de antes nunca volverá (gracias a dios)” y que se siente “orgullosa de haber pasado por todas las fases y de haber aprendido una vez más que el cuerpo de la mujer es maravilloso”. El proceso no ha sido fácil, pero lo ha conseguido gracias al trabajo emocional. A continuación te dejamos los consejos que ha seguido para poder recuperar la autoestima.
RECUPERAR LA AUTOESTIMA DESPUÉS DEL PARTO
La percepción de una misma sufre cambios antes y después del parto por todas las variaciones físicas del cuerpo: aumento de peso, flacidez, estrías, manchas, molestias en las mamas y dolores musculares, cansancio… Además, el desequilibrio hormonal influye en el estado emocional de las mamás, así que la aceptación se convierte en un proceso difícil. Pero siguiendo estos consejos podemos allanar el camino para fortalecer nuestra autoestima en este momento tan delicado:
- Practicar el amor propio: la base del problema es la ausencia de autoestima, por lo que trabajar el ‘yo’ será fundamental. No podemos cambiar los procesos biológicos que se han desarrollado en nuestro cuerpo, pero sí debemos pensar que trabajar en ello nos ayudará a sentirnos mejor. El cambio de actitud está en nosotras mismas, así que desde el autoperdón y la confianza en una misma, alcanzaremos nuestros objetivos.
- Red de apoyo: como animales sociales, necesitamos de las relaciones personales en nuestro día a día y más en un momento delicado como este. Busca personas de confianza en tu pareja, tu familia y amistades para desahogarte y encontrar apoyos, consejos… También ayuda mucho entrar en círculos que hayan pasado por tu mismo proceso, como otras madres que estén viviendo la etapa del postparto, y con las que puedas sentirte más comprendida y compartir tus preocupaciones.
Volver al deporte después del parto ayuda a trabajar la figura y a liberar endorfinas
- Estilo de vida saludable: llevar una alimentación equilibrada y practicar ejercicio físico a diario influye en el bienestar de nuestro organismo. Y una buena sensación física influye también en nuestro estado emocional de manera positiva. Además, el deporte nos ayudará a trabajar nuestra figura, a despejar nuestra mente y a pasar tiempo con nosotras mismas, así como a liberar endorfinas (las hormonas de la felicidad).
- Disfruta de los hobbies: mimarse alimenta la mente, por lo que te recomendamos disfrutar de las actividades que más te guste practicar en tu tiempo libre. Por ejemplo, leer un libro, escuchar música, pintar cuadros, practicar yoga o meditación, ver series, bailar, pasear, dedicarte tiempo de ocio… Todo ello te ayudará a desconectar de los problemas y a relajar tu mente.
- No hacer comparaciones: cada cuerpo es un mundo y cada embarazo también lo es, así que evita compararte con otras mujeres porque los casos pueden ser muy diferentes. Tampoco te equipares con los estándares de belleza y las estrellas del famoseo, ¡porque existe una desigualdad de condiciones! Seguramente ellas se sometan a tratamientos estéticos y trabajen con profesionales para lograr sus objetivos antes de tiempo, al dedicarse al mundo de su propia imagen. Recuerda que el valor de una mujer no se limita a la apariencia física.
- Ayuda profesional: la atención psicológica es de gran ayuda para trabajar las emociones, ya que los psicólogos nos dan las herramientas para que nosotras mismas podamos encarar los cambios y problemas. La terapia puede devolvernos la confianza en nosotras mismas y afrontar la nueva etapa de la maternidad desde una perspectiva diferente y enriquecedora.